Tras el cruce de declaraciones de los últimos días, este domingo se esperaba un derbi tenso en la Premier entre el Arsenal y el Chelsea, y así ha sido. Los entrenadores de ambos equipos, los enemigos acérrimos Arsène Wenger y José Mourinho, han acabado a empujones en Stamford Bridge, lo que ha obligado al cuarto árbitro a intervenir.

El ambiente se ha empezado a calentar en el minuto 20, cuando Tim Cahill, zaguero del Chelsea, ha visto una tarjeta por una dura entrada a Alexis Sánchez, atacante del Arsenal. Poco después, otra falta ha hecho saltar a Mourinho de la zona técnica para protestar. Wenger, visiblemente enfadado, se ha acercado y ha empujado al entrenador portugués, que no ha dudado en encararse e incluso ha tratado de agarrar la corbata del preparador francés.

El incidente no ha ido a más, pero una vez más ha quedado demostrado que Mourinho sabe cómo sacar de sus casillas a los rivales, y eso que su equipo, que se ha impuesto 2-0 con goles de Eden Hazard (de penalti) y Diego Costa (nueve tantos en siete encuentros), es líder sólido de la competición. Más preocupante ha sido el percance de Thibault Courtois, que ha tenido que ser retirado del terreno de juego y trasladado a un hospital tras sufrir un golpe en la cabeza al chocar con Alexis.