Arsene Wenger, técnico del Arsenal inglés, declaró ayer que algunos jugadores fichados por su club han llegado con un nivel alto de glóbulos rojos en la sangre, lo que, sospecha, podrían ser casos de dopaje por Eritropoyetina (EPO). En su intervención, el entrenador francés no especificó a qué jugadores ni a qué clubs se refería, ni cuando habían sido efectuadas las pruebas sanguíneas y, a continuación, afirmó que el dopaje no es un "gran problema" para el fútbol. EFE