Xavi Hernández se aleja cada día un poco más del Camp Nou en una salida favorecida por el propio Barça y que el jugador parece tener ya asumida. Cesc, que hace unos días sufrió en primera persona la indiscreción de Piqué al revelar a Del Bosque el acuerdo con el Chelsea con la cantidad incluida, también cometió un desliz en una entrevista en Marca al comparar su marcha con la situación de otros compañeros. "Xavi y Puyol han decidido dar un paso al lado, estar más cerca de sus familias, alejarse del camino de tanta exigencia", aseguraba, dando por hecha la decisión de Xavi.

El Barça se esfuerza en no transmitir la idea de que se le empuja a marcharse y que estaría dispuesto a que se quedara y cumpliera los dos años de contrato que le quedan. Pero la sensación del entorno del futbolista es que no pondrá ningún problema para que se vaya. Las dos partes acordaron volver a reunirse cuando regrese de Brasil.

Detrás de la postura del club prevalece el criterio más deportivo de Luis Enrique en cuanto al peso que tendrá Xavi en el futuro proyecto. Y está muy lejos de ser el que ha sido hasta ahora. El mensaje del técnico ha sido que su rol en el equipo será secundario, corroborado con el regreso de Rafinha, una pieza clave para Luis Enrique, el fichaje de Rakitic, y el interés por Koke.

Tiene varias ofertas. Dos de Qatar y una del New York City de Villa que ya ha descartado. Así que su destino será el país árabe donde se lo disputan el Al Arabi y el Al Saad de Raúl. Petrescu, técnico del primero, dijo ayer que ya ha firmado un precontrato con su club.