El centrocampista del Barcelona Xavi Hernández aseguró ayer que el equipo está "en una situación óptima para ganar los tres títulos" y que no hay lugar para el pesimismo, ni siquiera tras dejarse el liderato en Anoeta. "Es la hora de la verdad, no se puede fallar más, pero dependemos de nosotros en todas las competiciones. no hay nada perdido y eso nos hace ser positivos", dijo antes de admitir que la plantilla está "cabreada".

El mediocentro no jugó en Anoeta pese a estar calentando buena parte de la segunda mitad. Ayer negó que decidiera unilateralmente volver al banquillo al ver que no iba a salir. "Nunca haría algo así. Mi educación no me permite tomar decisiones por encima del entrenador. Él es el que manda. Lo que dijo a la prensa es lo que nos dijo a nosotros. El entrenador es muy transparente, es autocrítico y su humildad al reconocer que se equivocó le honra".