Simon Yates ya está totalmente decidido a ganar el Giro. Cada día que pasa demuestra que es el titán de esta ronda italiana, en la que ayer logró su segunda victoria parcial. Dictaba el guion de la 11ª etapa que dos muros iban a decidir al triunfador por mucho que Luis León Sánchez se empeñase en evitarlo con su fuga. Y pocos creían que, una vez más, Chris Froome se vería obligado a levantar el pie para entregar otros 40 segundos en la genral.

Así en cuanto se supo que Froome se había cortado en el primero de los dos muros, a cinco kilómetros de meta, no lo desaprovechó Yates, que saltó a una velocidad endiablada y nadie pudo capturarlo por mucho que se empeñase Tom Dumoulin, ahora a 47 segundos de la primera plaza. El británico le venderá cara la victoria. «No he perdido la esperanza. Voy a seguir luchando, estoy motivado, el equipo está motivado y haremos lo que podamos», dijo Froome.