España cedió un empate ante Bélgica víctima de sus errores en un partido en el que no supo aprovechar ni la superioridad numérica por la expulsión del meta belga. Alberto Zapater, jugador del Real Zaragoza que había sido convocado por primera vez, no jugó ni un minuto.

El equipo español salió del partido con una sensación extraña. Rescató un punto cuando más complicado lo tenía, pero también facilitó, con sus errores, que la selección belga llegase a pensar incluso en el triunfo, cuando su principal intención había sido evitar la derrota.

Es lo que el técnico de la selección absoluta, Luis Aragonés, califica como falta de competitividad, la dificultad para manejar situaciones favorables. Y el equipo de Sáez las tuvo. No en la primera parte, cuando se estrelló contra el muro belga, pero sí en el tramo final, después de que un golpe de audacia de Cesc cambiase el signo del partido.

Con el 1-1, un mal despeje del meta Moyá lo aprovechó Maarten Martens para adelantar a Bélgica (1-2). Luego, España ya sólo pudo empatar por mediación de Cazorla.