Desde el Zaragoza, ante el pulso lanzado por el comité de empresa en la negociación, planteando una huelga el 2 de noviembre, se quiere mandar un mensaje conciliador y sin entrar en conflictos: "Lo primero que quiere el club es agotar las opciones para un acuerdo", aseguraron fuentes de la entidad a este diario ayer.

Desde la SAD se insiste en agotar los mecanismos de la negociación, teniendo en cuenta que la decisión está tomada y que se considera que es necesario rebajar un 30% los costes salariales que tiene la entidad. Eso, según el informe elaborado para este ERE, implicaría llegar hasta las 210 rescisiones de contratos, 200 del Zaragoza y 10 de la Fundación Real Zaragoza, entre los 292 contratos de la entidad, 264 del club y 28 de la fundación

Se considera que esa reducción es una obligación y una responsabilidad, "dado el delicado momento que vive el Zaragoza", aseguran en la entidad, donde se quiere flexibilizar y modernizar las estructuras del club aragonés y que se pueda centrar solo en la parcela deportiva, externalizando otras áreas.

En el Zaragoza se incide en el deseo, puesto en la mesa desde el primer momento, de reducir el posible impacto de esas rescisiones de contrato a través de iniciativas por la que los trabajadores del Zaragoza sigan desempeñando su labor en las empresas a las que se externalicen esos servicios. Y se asegura que esa ha sido una de las condiciones impuestas a las empresas que se hagan cargo de los servicios. Las áreas que serán externalizadas son recepción, abonados, conserjes, control, control de acceso, tornos, mantenimiento, tienda y seguridad, teniendo en cuenta que los servicios médicos ya han sido externalizados al Grupo Hospitalario Quirón.

"Todo depende de la actitud del comité", se añade en el Zaragoza, donde se recuerda que en la última reunión, el miércoles, se quedó en la presentación de una propuesta por parte del comité de empresa para buscar una rebaja del 30% de los costes salariales sin la necesidad de externalizar muchos servicios, en particular de los fijos discontinuos de La Romareda, los trabajadores necesarios para abrir el estadio un día de partido y que están suponiendo el principal caballo de batalla de esta negociación. Desde el club están a la espera de seguir negociando esa posible propuesta de los trabajadores.

"La convocatoria de una huelga para el partido del día 2 nos parece una mala idea, aunque desde el club se tiene el máximo respeto a ese derecho de los trabajadores", se concluye desde la entidad, donde se tiene claro que esa huelga, si se lleva a cabo ante el Tenerife, supondrá una ruptura total de las negociaciones.