Apunten sus nombres. No los olviden. No podrán. Recuerden a Azón, Francés, Hernández, Francho o Puche, entre otros. Ellos son el futuro del Real Zaragoza. Bandera y orgullo de un club a la deriva con la obligación de aferrarse con uñas y dientes al mañana. Y ahí estarán ellos. Un equipo que sigue haciendo historia y que amenaza con convertirse en leyenda. Por segunda vez en la historia, el Zaragoza de División de Honor juvenil jugará una final de la Copa de Campeones, ese torneo exclusivo para los mejores y que el club aragonés nunca ha ganado. El sábado (12.00 horas), los chicos de Iván Martínez tienen una cita con la gloria contra el Villarreal y por Aragón TV.

El Celta mordió el polvo de un modo similar al que lo había hecho el Atlético en los cuartos. Cayó sometido ante un Zaragoza que destroza a su adversario. Lo neutraliza y le hace dudar. Esa, precisamente, es el arma más mortífera de los aragoneses: su extraordinaria capacidad para anular al oponente. Ayer, el Celta le duró dos minutos.

Ese fue el tiempo que necesitó Puche, una de las seis novedades que introdujo el técnico respecto al partido anterior, para marcar un golazo de bandera al alcance de pocos escogidos. El artífice del título de Liga con aquel postrero gol en Reus tomó el balón en el costado izquierdo, se deshizo de dos rivales y ejecutó un misil que se coló sin remisión por la escuadra. El golazo abría las puertas del cielo a un Zaragoza que, cuando toma ventaja, se vuelve casi invencible.

El Celta acusó el golpe. El anfitrión trató de sacudirse el polvo pero fue el Zaragoza el que estuvo a punto de mandarle otra vez a la lona, aunque el cabezazo de Francés se topó con el meta gallego. El partido estaba justo donde querían los aragoneses, que tampoco pasaron excesivos apuros en la reanudación. En su ecuador, otra gran jugada de Puche desde la izquierda culminaba con un centro que Jaime envió a la red, sentenciando la contienda y clasificando para la final a un Zaragoza que no llegaba a esta cita desde el 2002. Entonces, el Atlético privó del título a un conjunto en el que jugaba el ahora entrenador zaragocista, Iván Martínez. El sábado, tendrá ocasión de tomarse la revancha ante el Villarreal, que eliminó (3-0) al Sevilla. «Son otras experiencias. Como entrenador sufres más que como jugador», admitió Martínez al término del choque. El técnico aragonés ensalzó la labor de sus jugadores y mostró su deseo de volver a poner la cantera y el nombre del Real Zaragoza «donde se merece, como antiguamente. Es un equipo muy importante y lucharemos por ser el mejor de España».

CELTA 0

REAL ZARAGOZA 2

Goles: 0-1, min. 2: Puche; 0-2, min.64: Jaime.

Árbitro: Pastoriza Iglesias. Mostró tarjeta amarilla a Álvaro, Alejandro Vera, Iván Castillo y Benedet, por parte del Zaragoza.

Celta: Ruly, Carreira, Barcia, José Fontán (Carlos, min.75), Álvaro Ramón, Tiago (Aldán, min.67), David Álvarez (Miguel, min.80), Miguel Fernández (Ivi, min.89), Obama (Martín, min 87), Losada y Lautaro.

Real Zaragoza: Azón, Francés, Álvaro Martín, Javi Hernández (John Otu, m.70), Francho, Jaime Sancho (Rodrigo Val, m.80), Iván Castillo, Borge, Andreu, Puche (Jesús Jiménez, m.87), Vela (Benedet, m.64).