La calma chicha provocada por los buenos resultados del mes de enero, siempre la mejor terapia contra todo en el mundo del deporte, empezó a desmoronarse el mismo domingo con el meneo futbolístico al que el Barcelona B sometió al Real Zaragoza y terminó por saltar por los aires entre ayer tarde y hoy martes.

Quien sabe si cuando la miremos con perspectiva la acabaremos catalogando como una fecha para la historia. De momento es un día para la esperanza y un hecho constatado que el 3 de febrero del 2014 Agapito Iglesias, dueño del grupo Codesport y accionista mayoritario de la SAD, fue imputado en la pieza principal del caso Plaza, en el que un juzgado zaragozano investiga a fondo el pasado turbulento y con claroscuros de la plataforma logística. Tendrá que declarar al respecto el día 20 del corriente. En adelante, la Justicia dispondrá.

Esta nueva fase volcánica alrededor del Real Zaragoza no es más que la consecuencia de una forma de actuar completamente personal e intrasferible, con sello de autor, una manera de entender la gestión sui generis, una forma de manejarse incalificable y de la que en la edición de hoy de este diario les ofrecemos otras dos muescas más para no parar de dibujar al personaje, como hicimos siempre, sin descanso, sin reblar a intimidaciones, tantas veces, tantos años. Romaric, un ex, ha solicitado ante un juez la ejecución de todas las deudas que la SAD tiene contraídas con él --unos 700.000 euros--. Para ello ha requerido el embargo de las taquillas y las cuentas del club. "Se compra, pero no se paga", por citar al cerebro de esta obra macabra.

En paralelo, Luis Rubiales, presidente del sindicato de futbolistas, deja en una entrevista en estas páginas varias perlas a propósito del caso Movilla. "El Zaragoza ha pretendido sortear algunas normas y eso no nos parece acertado". O "a Movilla le queda la impugnación judicial y que la Liga sancione al club". Incendios y más incendios. Siempre incendios y siempre el mismo pirómano detrás de ellos. El que gana en las distancias cortas... Y el Real Zaragoza otra vez en llamas.