Lo apuntó ya ante el Athletic, lo reafirmó en el Camp Nou a pesar de la derrota y lo corroboró contra el Valencia. El Zaragoza ha olvidado febrero y transita por marzo camino de la permanencia con el fútbol y los buenos resultados como compañeros de viaje. Ayer, el equipo regaló a su afición el mejor partido del año. Arrolló al Valencia y, por primera vez, dejó en el aire la percepción unánime de que va a salvarse.

Aguirre ha dado con la fórmula para olvidar febrero. Ahora su equipo juega bien, con chispa, criterio y hasta golea. Que La Romareda esté como ayer --vibrando, haciendo la ola, respirando zaragocismo y casi llena-- también es vital. El club debe mantener la política de precios y ayudar a generar ese ambiente tan especial. Todo por el Zaragoza, que así será de Primera.