En la atropellada Liga que ha quedado después del covid, tres días después de la última victoria (van ocho tras el confinamiento) el Madrid se vuelve a ver con la obligación de ganar para restituir los cuatro puntos de ventaja en el liderato con los que empezó la jornada. Es la última semana, empezó diciendo con algo de alivio Zidane. Es también la más importante, recalcó inmediatamente.

Zidane no entró a valorar casi ninguna cuestión fuera del siguiente partido, ni las críticas a las actuaciones arbitrales que han acompañado la racha de victorias blancas, centrado únicamente en el día siguiente, como marcan los cánones del cholismo. Cada uno puede pensar lo que quiera, siempre va a haber críticas porque el Madrid es el club más grande de la historia, dijo sobre cuestiones arbitrales. Solo pensamos en el siguiente partido, repitió a preguntas sobre la próxima temporada, la Liga de Campeones o quién merece el título.

Pero los partidos van pasando y las oportunidades para que los blancos fallen se van agotando y, a tres partidos para el final de la Liga, las cuentas de cuándo podría ser campeón el Madrid empiezan a aparecer por la prensa capitalina. No se trata de cuentas o cuentos. Hay que jugar los partidos, zanjó Zidane.

A VUELTAS CON JAMES

Con Hazard en aparente mejoría, a la espera de que vuelva a completar un partido a buen nivel, y con Bale constantemente fuera del foco, el único problema con el que tiene que lidiar Zidane es con James, que no ha estado en las últimas convocatorias tras una conversación con el técnico: James es importante, está con nosotros. Es verdad que hay jugadores que juegan menos, pero yo no voy a despreciar a ningún jugador, todos van a aportar algo al equipo, contestó en una primera respuesta. No sé si va a viajar, pero yo cuento con todos, dijo posteriormente, con insistencia en la idea de que es el colombiano el que no quiere estar con sus compañeros, pero sin confirmación.

Después ganar a un Alavés en caída libre, al Madrid le toca visitar a un Granada, a un punto de puestos europeos, inmerso en una temporada histórica. La lucha incansable y el juego vertical que le había imprimido Diego Martínez al equipo nazarí se ha mantenido inamovible tras el confinamiento, con dos victorias en los tres últimos partidos.

Zidane recupera a Ramos y Carvajal, una garantía para el sistema defensivo que mantuvo Courtois con sus paradas en el último partido ante el Alavés, camino a los 19 partidos imbatido esta temporada: Me alegro por el equipo, significa que estamos haciendo las cosas bien, dijo el técnico.