Justo un año después de hacerse cargo de la plantilla madridista en sustitución de Rafa Benítez, Zinedine Zidane abre mañana el 2017 contra el sorprendente Sevilla de Jorge Sampaoli, el rival al que el Real Madrid se impuso en agosto para levantar el segundo de los tres títulos internacionales que sumó el año pasado, la Supercopa de Europa. Tres meses después de la Liga de Campeones y cuatro antes del Mundial de Clubs levantado en Yokohama, tras el que confía en volver a la competición de la forma en que la acabó en diciembre, sin secuelas parecidas a las que precipitaron el desplome de hace dos años con Carlo Ancelotti al mando tras ganar ese mismo título.

“Después de casi seis meses es bueno tener un poco de descanso y pasar una semana con la familia. Lo importante es que cuando vuelvas tengas también tiempo para trabajar. Esta semana de entrenamientos nos ha venido muy bien, pero a partir de ahora va a ser complicado porque volvemos a tener un partido cada tres días. En 70 días tendremos 20 partidos, pero también lo que más les gusta a los jugadores es jugar, ha dicho en rueda de prensa Zidane, que a las bajas de Ramos, Bale, Lucas y Kovacic ha tenido que sumar la de Pepe, que sufre una rotura muscular de grado 2 en el gemelo de la pierna derecha.

MENOS ESTRÉS

El primer rival del 2017, con el que los blancos tendrán que verse las caras tres veces en 12 días, servirá para medir si la confianza del preparador blanco en sortear un posible bache está justificada. Al menos, 'Zizou' asegura que para él el momento es mucho menos tenso que el año pasado por estas fechas.

Entonces estaba un poco más estresado. Siempre entrenas un poco así, con los nervios, pero ahora menos. La presentación fue muy estresante, pero aquello pasó. No digo que el partido de mañana sea el mejor para empezar, pero yo lo prefiero así, me siento bien. Estamos contentos con el trabajo que estamos haciendo y de los jugadores, que son los primeros protagonistas”, ha añadido el técnico blanco, que ha vuelto a hacer gala de su modestia al asegurar que no le sorprendería en absoluto no ser considerado por la FIFA como el mejor entrenador del año: “Lo normal sería que fuera otro. Yo tengo que demostrar muchas cosas todavía”.

MEJORAR EN TODO

Tampoco ha querido hacer un examen de sí mismo como entrenador. “Tengo que mejorar en todo. Pensaba lo mismo como jugador hasta cuando tenía 33 o 34 años. Como entrenador, más todavía. No voy a decir en qué soy bueno, eso lo tienen que juzgar los demás. Lo único que digo es que tengo pasión por el fútbol. He sentido eso toda mi vida y es lo primero que tiene que tener un jugador y un entrenador”, ha señalado Zidane, que ha adelantado que hará todo lo posible por seguir dando títulos al Madrid: “Estoy contento, la verdad es que no me lo esperaba, pero espero seguir en esta línea”.