Bajo de tono, con un punto de tristeza y más serio que nunca. Así apareció Zinedine Zidane en la previa al encuentro ante el Deportivo (16.15), el primer rival del Madrid en su estreno como técnico hace algo más de dos años. El francés reiteró en una corta comparecencia que no habrá fichajes en el mercado de invierno, pero sí mostró su admiración por Neymar, objeto de deseo del club blanco. «Es un jugador que encanta a todo el planeta del fútbol», afirmó Zizou, que perderá al aragonés Jesús Vallejo entre cuatro y seis semanas por una rotura muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha.

Dice que no está dispuesto a tirar la toalla, «aunque aquí puede pasar de todo», pero Zidane no es el mismo. Da la impresión de que está decepcionado con todo lo que le rodea. Con el club, que lanza mensajes de un fichaje fantasma, como el de Kepa; con los jugadores que no le responden pese a que él los defiende a muerte; con la situación de Cristiano, que pide cobrar lo mismo que Messi; con el plan B, esa segunda unidad para la que la Copa aparece como un marrón, que apenas aprovechan jugadores como Lucas Vázquez o Asensio. Todo eso ha caído sobre la espalda de un técnico que aún no ha alcanzado la madurez para estar por encima de tantos sinsabores y que no entiende que se pueda decir que no quiere que venga un portero para no entorpecer la progresión de su hijo Luca.

Quien conoce a Zidane sabe que no funciona así. Renunció a su última temporada como jugador (seis millones) porque no veía al equipo con espíritu ganador. Algo que también comienza a vislumbrar ahora desde el banquillo. Mientras eso llega, está obligado a lanzar mensajes positivos. Unos para su plantilla, como el que reiteró ayer: «No vamos a fichar». Otro para la entidad: «Nunca ha habido problemas entre el club y yo, no hay opiniones distintas». Todo eso aderezado con afirmaciones que pretenden ser rotundas: «No estoy pensando en negativo, sino en positivo. Voy a seguir. Nunca voy a tirar la toalla. No me voy a rendir, pase lo que pase porque esa es la filosofía y los valores de este club». Estarán en la citación los tres de la BBC. Otra cosa será verlos juntos después de 273 días sin que el trío coincida sobre el césped.