Una evidencia que deja la actual crisis sanitaria es la importancia del cambio climático en la propagación de nuevas enfermedades que amenazan el bienestar de la sociedad. Frente a esto, se hace cada vez más necesario adoptar medidas y políticas públicas que favorezcan la economía circular, con el fin de reducir el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente y en la pérdida de biodiversidad.

En Aragón existen empresas que son un ejemplo de este innovador modelo económico, como es el caso de Casalé, que acumula ya cuatro décadas de experiencia en la gestión y valorización de residuos de la construcción y demolición, y de otros industriales no peligrosos.

Con unas instalaciones de 60.000 metros cuadrados en el Parque Tecnológico del Reciclado Mariano López Soriano -la planta más importante para el tratamiento de este tipo de residuos de Aragón-, la empresa gestionó 93.000 toneladas de desechos de obras e industrias en el 2019, con una ratio de valorización del 99,6%.

Para cerrar el círculo del ciclo de vida de estos productos, Casalé elabora áridos reciclados con el marcado CE y, desde el año 2015, es un referente del sector por su proyecto Megalito, un bloque prefabricado de hormigón en el que se incorporan gran parte de los áridos reciclados que se obtienen tras el tratamiento en la planta. Se trata de un material ecológico y muy versátil, con numerosas aplicaciones como material de construcción, mobiliario urbano o barreras antiterroristas. Este producto, resultado de un proyecto de I+D+i de la compañía, ha obtenido importantes reconocimientos, como el galardón de oro del I Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición.

En su apuesta por la sostenibilidad y la mejora de sus servicios, Casale afronta este 2020 un nuevo hito con el traslado de sus oficinas de La Puebla de Alfindén al parque empresarial Expo de Zaragoza. La empresa ultima los detalles de esta nueva apertura que se realizará en próximas fechas.

Además, Casalé ha actualizado su imagen y ha estrenado un nuevo logotipo que incorpora como color corporativo además del verde, presente desde sus inicios simbolizando el medio ambiente, el dorado y el gris que representan el reciclaje y el megalito respectivamente.