Hoy, 16 de noviembre, se celebra el Día del Orgullo Rural, una iniciativa que nació hace tan solo un año pero a la que ya se han sumado numerosos municipios y entidades que defienden y reivindican con orgullo la vida en los pueblos. Un modelo que la pandemia ha puesto también en el punto de mira por las ventajas que aporta en momentos como el actual y que está haciendo a muchos ciudadanos replantearse un cambio de vida y un nuevo acercamiento al medio rural.

La plataforma Ruralmineras, creada en la Comarca de las Cuencas Mineras en mayo de 2018, fue el origen de este movimiento del Orgullo Rural que tuvo su eclosión el 16 de noviembre del año pasado con una gran jornada que se celebró en Cuevas de Almudén. Mucho ha cambiado la situación de un año para otro y en esta ocasión no podrá haber grandes celebraciones ni encuentros por la crisis sanitaria del covid-19. Pero lo que no ha cambiado es el planteamiento y el motivo con el que se instauró este día: que quien quiera vivir en un pueblo, lo haga con los mismos derechos que cualquier persona en cualquier ciudad. Y, con una premisa tan simple como esta, se daría un paso importante para frenar la tan temida realidad de la despoblación que padecen muchos municipios aragoneses.

Una opción con futuro

Porque detrás de esta jornada y de este movimiento hay mucha gente orgullosa de ser rural y que quiere poder seguir quedándose en sus pueblos aunque para ello necesitan buenas comunicaciones, trabajo, vivienda, acceso a la banda ancha, atención sanitaria digna, transporte, escuelas…, como se recoge en el documento Estrategias para generar, transmitir, y potenciar el sentimiento de Orgullo Rural , de la plataforma Ruralmineras.

Y es que, lejos de la idea que existe en el imaginario colectivo de que vivir en un pueblo es sinónimo de fracaso personal, los defensores del orgullo rural consideran que «a nivel humano, el rural es un modelo de convivencia colectivo a recuperar». Además, destacan que «un mundo rural vivo garantizaría la calidad y el cuidado de los recursos que ofrecen el campo y la tierra, de donde se extraen las principales materias primas».

Por ello, para acabar con los estereotipos y revertir los pensamientos negativos que hay sobre el medio rural, proponen empezar por mostrar el lado positivo de vivir en los pueblos y huir de las imágenes de calles vacías y pueblos abandonados. Porque, como señalan, «son muchas las ventajas de vivir en el medio rural: el aire saludable que se respira; la relación de vecindad que existe y que hace que todos se conozcan, se apoyen y ayuden como bien se ha puesto de manifiesto durante esta crisis sanitaria; la existencia de numerosas actividades culturales, lúdicas y deportivas; el no tener que pasar horas en atascos para llegar a casa…».

Y frente a estas ventajas, señalan que «curiosamente, los inconvenientes de vivir en el medio rural vienen derivados de la escasez de recursos económicos que reciben las zonas rurales respecto a las urbanas».

Pero lejos de rendirse, muchos habitantes del Aragón rural decidieron el año pasado alzar su voz y mostrar que la gente en los pueblos es feliz. Y para que esta vitalidad, diversidad y alegría se conozca decidieron promover un día para dar a conocer ese orgullo rural de todas las maneras posibles. «Que no sean otros los que hablen y digan qué es lo que necesitamos, sino nosotros mismos, a través de conversaciones, redes sociales, medios de comunicación, aprovechar para trasmitir nuestro goce y nuestro orgullo de vivir aquí», indican desde la plataforma.

Una idea que han recogido otras administraciones que apuestan por el medio rural y que están implementando y desarrollando programas para asegurar su futuro.

Los colores de la tierra de bandera

El orgullo rural también tiene su imagen.

Como cualquier movimiento, desde su nacimiento, el orgullo rural también tiene su imagen. En este caso se trata de una bandera similar a la del orgullo LGTBIQ+ porque esta contiene el significado de la diversidad, una característica también muy presente en el medio rural. Sin embargo, para las barras se han elegido los colores que están presentes y representan los elementos de la naturaleza: cielo (azul), sol (amarillo), tierra (marrón), ríos (verde claro), vegetación (verde oscuro) y minerales (rojo). Mientras que el símbolo, por su universalidad, es la constelación de la Osa Mayor, aunque de forma simplificada, ya que otras dos de las características que mejor definen lo rural a nivel planetario son la poca contaminación atmosférica y la poca contaminación lumínica.