Sanidad abre la mano con prudencia en Aragón de cara al puente y tan solo flexibiliza una de las medidas restrictivas que están en vigor. La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha anunciado este jueves que las tres capitales aragonesas quedarán abiertas el próximo martes día 1 de diciembre, aunque no así las provincias ni la propia comunidad autónoma, que seguirán en confinamiento perimetral. Repollés han indicado que la situación sigue siendo de "muy alto riesgo", pero que los datos acumulados en los últimos días invitan a levantar parcialmente las restricciones. "Tenemos que ser muy cautelosos", ha dicho.

Por tanto, los habitantes de cada una de las tres provincias aragonesas podrán moverse desde el martes sin ninguna cortapisa dentro del territorio que delimita cada una de ellas, pero no salir de ellas ni de la comunidad autónoma. "A partir del lunes 30 se prorrogarán el confinamiento perimetral de las provincias y el autonómico, no así el de las 3 capitales. De tal forma que no habrá restricciones a la movilidad dentro de la misma provincia", ha explicado en concreto la responsable de Sanidad de la DGA.

Repollés ha dicho que su consejería trabaja con la vista puesta más del puente festivo de diciembre o de las fiestas de Navidad y que no se pueden tomar decisiones "rápidas". Previamente, ha hecho un "llamamiento a la calma" a la ciudadanía para que sea "cautelosa" con los rumores que circulan "por las redes" y se ciña exclusivamente a las "informaciones oficiales". Las decisiones se toman de forma "reposada y reflexiva" y con argumentos científicos, ha añadido.

INDICADORES POSITIVOS

Según ha detallado la consejera, en Aragón hay ahora mismo una menor transmisión comunitaria, menos ingresos diarios y menos pacientes en cuidados intensivos, aunque en este último apartado "la presión sigue siendo muy importante", y es precisamente eso lo que frena que puedan tomarse medidas más ambiciosas. Actualmente hay menos de 100 personas ingresadas en las uci de los distintos hospitales aragoneses, lo que ha considerado Repollés un "hito", cuando la cifra hace un par de semanas llegó a estar en torno a los 120 pacientes.

El objetivo final se conseguir reducir el número de pacientes críticos y, "teniendo en cuenta que la estancia media en uci es de 19 días, quedan semanas para conseguirlo", siempre y cuando se consiga mantener la incidencia descendente de casos a pesar del desconfinamiento de las capitales. Fuentes de la consejería confirmaron, por lo tanto, que una posible flexibilización de las medidas de seguridad tardará en llegar, al menos, hasta mediados del próximo mes de diciembre.

La consejera ha informado también de que en estos momentos la incidencia acumulada a siete días es inferior a 180 casos por 100.000 habitantes en la comunidad y por debajo de 500 casos a 14 días, e incluso hay ciudades con más de 10.000 habitantes con tasas de 75 e inferiores.

"No nos podemos plantear ni nos planteamos una estrategia de apertura rápida, somos muy conscientes de que nos encontramos a las puertas de un puente y de las navidades, pero debemos fijar nuestro objetivo más allá de estas navidades. Nuestro deseo es flexibilizar la situación, pero con responsabilidad", ha insistido. Así, después del puente llegará la "evaluación" del impacto que ha tenido el desconfinamiento de las capitales, antes de poder profundizar o volver a endurecer las medidas.

No obstante, pese a que el levantamiento del confinamiento perimetral de las capitales no les afecta, el departamento de Sanidad ya ha convocado reuniones con el sector del deporte, la hostelería y la cultura, para explicarles las cifras y mantenerles informados de la evolución de la pandemia, que tanto afecta a nivel económico a estos ámbitos.

En su comparecencia, Repollés ha estado acompañada por los directores generales Francisco Javier Falo (Salud Pública) y José María Abad (Asistencia Sanitaria), que han incidido en las explicaciones sanitarias que justifican la medida adoptada, que deja fuera cualquier flexibilización de la restricción de aforos vigente, tal y como se especifica en el decreto de medidas publicado el pasado mes de octubre.

Falo ha recordado el impacto que han tenido dos fechas en la evolución de la pandemia, la vuelta al cole y a los trabajos en septiembre, y el puente del Pilar. "Mientras el primer episodio produjo un pequeño pico en la fase de meseta que estábamos viviendo, el segundo supuso un fuerte incremento de la transmisión que generó la tercera onda pandémica", ha explicado.

Además, ha destacado que las medidas adoptadas han surtido efecto, puesto que se ha producido "una tendencia de bajada muy acusada desde la segunda quincena de noviembre", de modo que se cumplió el objetivo previsto cuando se llegó al pico, a finales de octubre. "Entonces necesitábamos bajar la transmisión y bajarla muy rápido, porque no podíamos permitirnos una meseta alta como la que registramos en agosto, cuando nos mantuvimos con entre 55 y 65 pacientes de uci y una presión hospitalaria que hacía que cualquier incremento de casos nos mostrara que el sistema estaba muy tensionado", ha indicado.

Por eso, con las lecciones aprendidas que va dejando la pandemia, alertan de que es necesario conseguir bajar el número de pacientes en unidades de críticos antes de que se registre el previsible incremento de contagios que llegará en una "cuarta ola en Aragón" en enero.

En esta línea ha profundizado José María Abad, que ha señalado que "a mediados de diciembre debemos conseguir una frecuentación hospitalaria más baja que en septiembre". "Los profesionales sanitarios están fatigados y como sociedad les debemos que no haya más contagios, para que tengan derecho a disfrutar de unos días de vacaciones también en esos días de Navidad", ha señalado.

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