Las empresas necesitan unos pilares sostenibles para poder consolidarse en la sociedad. Desde hace ya algún tiempo, Sphere España ha apostado por un modelo de economía circular en su fábrica de Utebo que pretende mantener en la nueva fábrica de Pedrola. Aplicando este modelo a diversos procesos como el eco-diseño, unido a una fabricación y una distribución más sostenibles, se pueden desarrollar productos reduciendo su impacto medioambiental. Gracias al reciclaje que llevan a cabo los ciudadanos, el ciclo de vida del producto continúa y sustituye al concepto de usar y tirar para que se puedan volver a reutilizar.

La economía circular va unida a la responsabilidad medioambiental necesaria para seguir creciendo de forma sostenible y reducir el consumo de recursos como el agua o la energía, que en Sphere España es 100% renovable gracias al contrato con Endesa recientemente renovado para el 2021 y el 2022. Además, la reducción de residuos juega un papel fundamental y, por tanto, incide favorablemente en las emisiones de gases de efecto invernadero, en un contexto donde la Unión Europea produce más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año.

En el año 2020, la empresa aragonesa logró reducir su impacto aproximadamente un 97% (239,05 Tm de CO2 eq) respecto al año 2017 (7.575,7360 Tm de CO2 eq) y existe un compromiso firme para seguir reduciendo esas emisiones al mínimo. Esta gestión implica un control responsable de los materiales utilizados en el proceso productivo, aunque en estos momentos el sector de los plásticos se encuentra en una situación crítica por la escasez de materias primas plásticas y el encarecimiento de estas entre un 50% y un60%. La supervivencia de algunas empresas se encuentra en peligro y no se prevén soluciones hasta fin de año; por tanto, el abandono de las materias primas petroquímicas a favor de los biodegradables y reciclados es esencial.

Desde el año 2016, cuando se empezaron a incluir estos materiales, Sphere España ha evolucionado hasta reducir las materias petroquímicas un 18% y aumentar el uso de las recicladas un 77%, así como las biodegradables en un 99%. La meta que se persigue para el 2025 es llegar a prescindir de los materiales petroquímicos en su totalidad y basar la producción en los materiales reciclados y biodegradables.

Pedrola, nuevo complejo

Estos pilares de sostenibilidad también se trasladan al proyecto desarrollado en la localidad de Pedrola, un nuevo complejo de economía circular que estará operativo a lo largo del año 2021 y que incorpora criterios de eficiencia energética y la última tecnología, con hitos como la automatización del proceso productivo, la monitorización completa en tiempo real, una gestión dinámica avanzada just in time o un almacén inteligente 4.0 de 8.000 metros cuadrados.