Hasta 25.000 puestos de trabajo en toda España dependen de que Nissan garantice el futuro de sus fábricas. Este es el mensaje que han mandado en rueda de prensa este jueves los sindicatos con representación en la fábrica de Zona Franca. La pérdida de la pick-up X-Class, fabricada para Mercedes en la planta de Barcelona, encendió esta semana todas las alarmas y los sindicatos han iniciado una ronda de contactos y movilizaciones para exigir un nuevo plan industrial para las plantas españolas. Pues se temen que si la compañía opta por un nuevo recorte de plantilla, este pueda ser ya el del cierre.

Nissan no atraviesa actualmente su mejor momento, con malos resultados a nivel de ventas y con Europa como principal agujero. En el primer semestre fiscal (los japoneses lo computan de abril a septiembre) la firma automovilística disminuyó ventas el 5,9% respecto al mismo periodo del año anterior, lastradas estas por la caída del 19,7% en los mercados del Viejo Continente. En paralelo, el escándalo Ghosn, con el ex presidente repartiendo titulares desde Beirut. Y en abril, la dirección a nivel mundial tiene pendiente anunciar desde Japón donde se efectuarán más de 6.000 despidos que ya anunció el año pasado.

Los representantes de los trabajadores se temen que, dados los bajos niveles de producción que acumulan las plantas de Zona Franca, Ávila o Cantabria, parte de ese recorte caiga en España. Ante ello, las centrales con representación en Zona Franca han comparecido en bloque para exigir un plan industrial con perspectiva a 10 años que garantice el futuro de las plantas. Y han cifrado en 25.000 puestos de trabajo, entre empleos directos (alrededor de 3.200 en toda España) e indirectos (vía subcontratas o proveedores), los que están en riesgo.