La planta Ford de Almussafes retoma a partir de este jueves la producción tras el expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) con el que cerró los últimos días del 2019, que ha afectado a 5.800 trabajadores, y empezará a fabricar cien vehículos Kuga diarios hasta aumentar la producción a 900 unidades en marzo. La fabrica valenciana de la firma automovilística arrastra una situación de baja actividad, con varios recortes de producción en los últimos años y la deslocalización de parte de la actividad a países como Estados Unidos o México.

El último ERTE planteado para este ejercicio se hizo los días 18, 19 y 20 de diciembre, antes del parón navideño e incluía la suspensión para los empleados de la planta de producción -no para los de motores-, que enlazaron ese ajuste con las vacaciones de Navidad hasta su vuelta al trabajo este jueves. Durante esos días, además de los trabajadores de motores, también continuaron trabajando en la planta valenciana servicios como el de prevención de riesgos, de una plantilla total de 7.400 empleados.

A partir de enero, el lanzamiento del nuevo Kuga cogerá fuerza hasta llegar a marzo con una producción de entre 850 o 900 vehículos de este modelo, que representará la mitad de la producción prevista en esas fechas (1.740 unidades al día), según indicaron a Efe fuentes sindicales.

En la primera semana de enero, del millar de unidades que se fabricarán, algo más de un centenar corresponderán al Kuga, para llegar a los 1.200 a mediados de mes, 1.600 en febrero y 1.740 en marzo, de ellos unos 900 Kuga a finales de mes, y el resto de los modelos Transit, Mondeo, SMax y Galaxy.

El lanzamiento del nuevo modelo ha absorbido parte del empleo que quedó en el aire por el descenso de la producción, pero una vez se alcance la máxima producción del Kuga se tendrán que plantear los planes para 2020 y qué afección tendrán en el empleo.