El sector de la fruta de hueso en España tiene en estos momentos mucho en juego. El país perderá unos 338 millones de euros directos. A los que se suman otros 1.200 millones más que, de forma indirecta, complican la situación del sector y su entorno. Ya que no solo a los agricultores les preocupa el veto de Rusia a las exportaciones de productos, también implica a todas las partes de la cadena productiva, como las empresas de transporte, de embalaje, de etiquetaje, de fitosanitarios y de fabricación de cajas. A todas les afecta la paralización de la producción de melocotones y nectarinas. Y es que, según las cooperativas agroalimentarias, "están en juego medio millón de puestos de trabajo en la zona del Mediterráneo".

En Aragón se calcula que hay 15.000 empleos directos ligados a este sector. Y es en esta comunidad donde se sitúa una de las zonas más afectadas: el Bajo Cinca. Esto se debe a que en torno al 60% de los 60 millones de kilos de melocotón, nectarina y paraguayo que quedo por recolectar en esta comarca iban a ir a parar, de forma directa o indirecta (con intermediarios), al mercado ruso, según destacó el concejal de Agricultura de Fraga, José Ignacio Gramún.

De ahí, que la preocupación es máxima en esta zona, donde hay 5.000 empleos directos vinculados a la fruta con hueso. "Creemos que, junto con Lérida, somos los más afectados por el veto", apuntó Gramún.

De hecho, ya hay explotaciones que han recortado su plantilla por la inestabilidad generada y otras han cerrado temporalmente a la espera de que se resuelva la situación, apuntaron fuentes de MercoFraga. "Si en una semana no está encarrilada la solución, habrá cierres", advirtieron desde este mercado. Y los efectos en cadena pueden ser mayores. J. HERAS