Ocho de cada 10 euros de patrimonio desviado a paraísos fiscales pertenece al 0,1% más rico de la población. Es una de las conclusiones de la última edición del IEB Report, titulado El presente y el futuro de los paraísos fiscales, que analiza también la tributación de las multinacionales y concluye que la mejor vía para evitar estas fugas de recursos de las arcas públicas serían las sanciones a los paraísos fiscales y la armonización fiscal entre países, así como medidas multilaterales. Las amnistías fiscales en países individuales apenas tienen éxito. En EEUU un perdón de este tipo apenas sirvió para recuperar el 10% de los activos financieros de estadounidensens en el exterIor.

Según uno de los análisis que se recogen en el informe, las tasas de evasión fiscal son 10 veces mayores por parte de la población más pudiente que las medias nacionales. Si se aumenta la lente del microscopio, la estadística revela que el 50% del patrimonio evadido corresponde al 0,01% de personas con más recursos.

Todos estos datos corresponden a la contribución del profesor de la Universidad de Copenhague, Niels Johannesen, que rescata la información obtenida gracias a las filtraciones de los clientes del HSBC Switzerland o los papeles de Panamá.

El volumen de patrimonio desviado a paraísos fiscales es especialmente relevante en comparación con los resultados obtenidos a través de las declaraciones de impuestos en los estados analizados. De media, solo el 10% del patrimonio declarado pertenece al 0,1% más rico de la población, y el 5% al 0,01% con más recursos.

«La cuota de patrimonio de este 0,01% más rico aumenta un 25% cuando sumamos las cuentas no declaradas en paraísos fiscales, y esto tiene implicaciones en las ratios de desigualdad», explica Johannesen en su artículo.

«ÉXITO MODESTO»

Johannesen califica de «éxito modesto» los resultados de los programas de transparencia, intercambio de información y amnistías fiscales. En EEUU, por ejemplo, 100.000 contribuyentes declararon cuentas en paraísos fiscales por valor de 100.000 millones de dólares, lo que tan solo representa un 10% de la riqueza total estimada del país desviada en estas cuentas. «Hay más personas que optan por buscar la manera de volver a esquivar la ley que no que colaboran», explica el investigador.

Por su parte, las multinacionales desvían el 36% de sus beneficios, un total de 600.000 millones de dólares a nivel global. El investigador del Fondo Monetario Internacional (FMI), Shafik Hebous, indica que un descenso de un punto porcentual en el impuesto sobre sociedades se traduce en un aumento del 1,5% en la cifra de resultados antes de impuestos declarados por las multinacionales. Una realidad que ha hecho que, en los últimos años, la media impositiva mundial sobre los beneficios de las empresas haya pasado de estar por encima del 40% en los años 80 a situarse sobre el 20% en la actualidad.

La investigadora de la Utah State University, Katarzyna Anna Bilicka, cierra el IEB Report describiendo las tres principales estrategias que utilizan las multinacionales para reducir sus obligaciones fiscales. A través de los préstamos intragrupo, las empresas contraen préstamos con sus filiales situadas en países de baja tributación para reducir los beneficios declarados en los territorios de fiscalidad alta. Con los precios de transferencia, adquieren bienes a filiales extranjeras pagando un precio superior al marcado para reducir su carga tributaria. Finalmente, la apertura de sucursales en países de impuestos bajos para registrar allí la propiedad intelectual es una de las fórmulas más utilizadas en la actualidad.