El 86% del presupuesto del Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno aragonés va destinado a promover y favorecer el desarrollo de la actividad económica que desarrollan las empresas industriales, turísticas, mineras, comerciales, artesanas y energéticas. Así resumió ayer Arturo Aliaga, el responsable de la consejería, una de las principales claves de las cuentas de su departamento ante la Comisión correspondiente de las Cortes aragonesas. Unas cuentas, que para el ejercicio 2005, rozan los 100 millones de euros, con un incremento del 12% respecto al año anterior y que representan el 2,36% del total de la Diputación General de Aragón.

Tras explicar a los grupos políticos la distribución del gasto, Aliaga volvió a insistir en que "el 86% va a la economía privada, pero no como un cheque en blanco; las ayudas suelen ser del 10% de la inversión generada", aclaró, en referencia a la que se acompaña desde la iniciativa empresarial. Los sectores en los que interviene la consejería representan el 50% del PIB regional y afectan a 195.000 puestos de trabajo, señaló.

Entre los capítulos del presupuesto destacan los 51,6 millones que se destinan a transferencias de capital, en ayudas a las pymes "que se regulan en las oportunas convocatorias anuales" y que pueden ser aplicados en distintos programas del organigrama de la consejería. Así, el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) está dotado con 19 millones de euros para sus distintos planes, inversiones y de financiación. La dirección general de la Pequeña y Mediana Empresa gestiona desde la regulación y control del funcionamiento industrial aragonés, con 4,9 millones hasta el fomento industrial al que se destinan 22,4 millones. El fomento y la gestión energética se lleva 6,3 millones. Turismo contempla una dotación de 32 millones de euros para promoción y fomento, mientras Comercio y Artesanía crece un 10% hasta los 8,6 millones.

Un 15,8% del total del presupuesto se destina a participaciones en capital de empresas de los sectores turístico (entre ellas Aramon), comercial y energético.

El representante del PP, Miguel Angel Lafuente, acusó a Aliaga de plantear los mismos presupuestos que en el 2004 "cuando las circunstancias han cambiado", en referencia a la crisis industrial de Huesca, "lo de GM que no es un aviso, sino una debacle", o el "retraso" en el turismo. Jesús Lobera, de CHA, dudó que las partidas "solucionen o minimicen los problemas existentes". Reclamó atención a las comarcas productoras de energía que sufren cortes de electricidad y la diversificación en la zona de Illueca ante el futuro del calzado, así como la Marca Aragón , entre otros asuntos. Antonio Ruspira, del PAR, se centró en defender el fomento del espíritu emprendedor, la atracción inversora "de capital aragonés o de fuera", así com más suelo industrial. Antonio Piazuelo, del PSOE, ante las críticas del PP, les anunció que "espero ver sus enmiendas, para ver cómo solucionan los 600 despidos de GM".