En un gesto con escasos precedentes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio ayer diez días a Abanca para que decida si presenta o no un oferta publica de adquisición (OPA) por Liberbank. En el organismo no han gustado mucho las formas de la entidad controlada por el venezolano Juan Carlos Escotet. «Este tipo de operaciones se tienen que preparar con la máxima confidencialidad. La primera noticia que se debe tener es el anuncio de la oferta reuniendo todos los requisitos propios de una OPA», apuntó su presidente, Sebastián Albella.

También destacó que las circunstancias en que se hizo pública la posible operación el viernes no es el «patrón normal». Abanca confirmó, después de que lo desvelase Expansión, que había mantenido «conversaciones con los principales accionistas» de Liberbank. Posteriormente, en un segundo comunicado fijó los principales aspectos de su posible oferta, incluido el precio (0,56 euros por acción, con una prima del 44%). Lo no habitual es que dé tanto detalle sin llegar a presentar la oferta en firme. Además, el organismo le advierte de que no puede condicionar su oferta a tener acceso a información confidencial de Liberbank.