Sus acciones no tienen valor pero ellos lo sacan para recuperar lo que consideran suyo. Hablamos de los pequeños inversores del Banco Popular. «¿Cómo puede ser que ayuntamientos y autonomías sacaran su dinero del Popular antes de la quiebra y los pequeños accionistas no supiéramos nada? Me siento engañado». Así expresaba su indignación ayer un zaragozano de 84 años, que prefirió no desvelar su identidad. Fue uno de los 25 pequeños accionistas que acudieron ayer a una de las asambleas informativas que la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) organizó en Zaragoza. «Había incertidumbre pero nunca creí que el banco llegara a quebrar», explicaba ayer este aragonés que compró una última partida de acciones hace dos meses. En total tenía 10.000 euros.

La realidad es que la crisis del Banco Popular, que acabó en la compra por parte del Banco Santander el pasado 6 de junio, ha dejado a 300.000 accionistas sin sus ahorros y a un buen número de inversores sin los 2.000 millones de euros destinados a productos financieros. En Aragón, más de 250 afectados han acudido a las asambleas informativas que ha organizado Adicae, a las que hay que añadir las que se han puesto en contacto con la asociación.

Lo que no están tan claras son las circunstancias en las que la sexta entidad del sistema financiero español fue vendida. Mientras las autoridades aplauden que la operación no se gestionara con dinero público, los pequeños accionistas cuestionan «la gestión del banco» y lo acusan de «ocultar sus cuentas».

Precisamente esas son las razones que Adicae alega en los dos recursos contencioso-administrativos que el pasado lunes presentó ante la Audiencia Nacional. Uno contra el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y otro contra la Junta Única de Resolución (JUR). Con ellas, Adicae busca conseguir «un canje de las acciones del Popular por las del Santander» para «todos los pequeños accionistas» y «pena de cárcel para los responsables de la quiebra». En este sentido, el Banco Santander ha anunciado que está buscando soluciones para compensar a los pequeños accionistas. Sin embargo, desde Adicae creen que esta noticia «es un globo sonda» para tantear a los pequeños inversores.

«Pocas esperanzas»

Un zaragozano de 77 años reconocía ayer que tiene «pocas esperanzas de recuperar el dinero o el valor de las acciones» porque «las noticias que llegan son malas». Este aragonés decidió hace un año invertir 7.000 euros en acciones del Popular y hoy reconoce sentirse «engañado por el banco». «Cada día bajaba más el valor de las acciones en bolsa pero no se podían vender a ese precio», explicaba resignado.

Pero no todos los afectados por esta operación tenían acciones. Algunos tenían obligaciones subordinadas (producto financiero que forman parte de la deuda de una empresa) y han visto cómo de la noche a la mañana se han convertido en acciones. Ayer un zaragozano explicaba el caso de su tía, ya fallecida. En el 2011 contrataron este producto, daban un interés del 8%, se podían vender cuando se quisiera y, a partir del quinto año, el banco las recompraba si el cliente quería. Los intereses trimestrales eran de 900 euros. Ahora, ha visto cómo los 48.000 euros invertidos se han convertido en acciones sin valor. «Nadie nos consultó». No cabe duda de que los pequeños inversores han sido los grandes perjudicados. Cada día Adicae recibe 200 nuevas solicitudes de afectados.

A nivel nacional, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas celebró ayer una asamblea en Madrid con accionistas del Popular en la que les informaron acerca del posible inicio de acciones penales contra el expresidente de la entidad, Emilio Saracho.