"Nosotros estamos planteándonos embotellar aceite de Turquía o de Túnez". Son palabras de Álvaro Guillén, consejero del grupo Acesur, matriz de marcas como 'La Española' o 'Coosur' al reconocer que la compañía no descarta vender sus míticas marcas con aceite de otros países para poder sortear los aranceles de Trump.

Han pasado casi dos meses desde que entró en vigor (18 de octubre) la tasa del 25% que Washington impuso a las importaciones de productos agroalimentarios españoles como el aceite de oliva o el queso manchego y Estados Unidos no parece tener mucha intención de diálogo. Sectores como el del aceite de oliva sacan a relucir su hartazgo por un castigo que consideran del todo injusto, pues surge en contraprestación a las ayudas ilegales que la Unión Europea ejerció sobre Airbus.

El dardo de Donald Trump se dirige especialmente a los países del consorcio Airbus (España, Alemania, Francia y Reino Unido) que son los más afectados, pero afecta a todos los países de la UE. Desde el sector aceitero se quejan de que en su caso se perjudica a España pero no a competidores comunitarios como Italia, Portugal o Grecia, que no tienen gravamen. "Algo habrán hecho para no tener aranceles sobre el aceite que España no ha hecho", advierte el responsable de relaciones internacionales de Dcoop, Esteban Carneros.

El representante de esta cooperativa lamenta la "inacción del Gobierno" que, asegura, es compartida por todo el sector y considera insuficientes medidas como el almacenamiento privado de aceite de oliva que, a su juicio, tiene un caracter "coyuntural" y era una petición previa a otro problema (la caída del precio). Para el consejero de Acesur y también presidente de la Asociación Empresarial de Alimentos de Andalucía (Landaluz), Álvaro Guillén, "el Gobierno lo ha dejado pasar". "Nos hemos sentido muy desamparados por su política", explicó.

En 2018 España exportó a Estados Unidos 115.000 toneladas de aceite de oliva de las cuales más de la mitad, 60.100 toneladas, fueron envasadas (el aceite a granel no tiene aranceles). Según Asoliva, la nueva tasa se traducirá en 60.100 toneladas menos que se dejarán de exportar a Estados Unidos de manera directa y 90.000 más de manera indirecta, a través de Italia (el aceite de origen español que se embotella en otro país también tiene que pagar arancel del 25%). Además, de otros países que compran, envasan y exportan 'nuestro' aceite a Estados Unidos.

En el aceite hay dos grandes afectados, productores y envasadores. Los primeros son los que lo tienen más difícil porque si se prolonga la situación tendrán que buscar nuevos mercados. Los segundos lo tienen relativamente más sencillo. En su caso, la solución pasa por instalar en Estados Unidos una planta a la que llevar aceite a granel. Aunque se trata de un proceso que requiere tiempo, por lo que mientras tanto ya hay quien se plantea embotellar aceite de Túnez o Turquía bajo la enseña española y enviarlo así a Estados Unidos, pues como el origen del aceite no es español estaría exento del impuesto.