Los directivos aragoneses reconocen que la destrucción de empleo "ha tocado fondo" en la comunidad, pero sus "sensaciones" no son tan buenas como a mediados del 2013. De hecho, el indicador de opinión presentado ayer por al Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA) lamenta que, "por primera vez desde hace muchos años", la comunidad está registrando "indicadores por debajo de la media". "Las estadísticas del paro y del PIB están siendo algo peores que en España y eso se refleja en la opinión de los encuestados", subrayó el presidente de ADEA, Salvador Arenere. Estas perspectivas contrastan con el índice de confianza presentado el lunes por la Cámara e incluso con las expectativas de ADEA de junio del 2013, mucho más optimistas que las actuales.

Arenere aseguró en este sentido que la reacción del mercado laboral aragonés "todavía es muy tímida" y apuntó a las peores previsiones respecto a la evolución de las plantillas. Así, el 13,8% de los 264 directivos encuestados estima que su número de trabajadores se reducirá en el primer semestre, un porcentaje superior al de junio del 2013 (10,5%). Lo mismo sucede con la evolución de las ventas: el 13,7% cree que empeorarán, frente al 7% del anterior indicador.

Por todo ello, los encuestados demandan "soluciones" y vuelven a pedir que se modifiquen las cargas impositivas a las empresas. "España es el tercer país europeo con el IRPF y el impuesto de sociedades más alto", lamentó Arenere, que planteó una rebaja de este último gravamen para las firmas que realicen contrataciones. Asimismo, reclamó políticas que incentiven la llegada de inversiones extranjeras, ya que, en su opinión, Aragón "no está captando la cuota que le correspondería". "Nuestros directivos tienen la sensación de que falta liderazgo y empuje institucional", aseveró Arenere.

Con todo, el barómetro de ADEA confirma, según Arenere, que la destrucción de empleo "ha tocado fondo". No en vano, el 78% de los encuestados asegura que su plantilla se mantuvo "estable" en la segunda mitad del 2013 y el 75% estima que sucederá lo mismo en los primeros seis meses del año (ver gráfico). Además, el porcentaje de directivos que prevé un incremento de las ventas alcanza el 41%, "el más elevado desde el inicio de la encuesta en 2010".