La empresa suiza Adecco, primera compañía mundial de trabajo temporal, cayó ayer en la Bolsa de Zúrich más de un 35% después de anunciar al organismo de control del mercado bursátil helvético que no podrá presentar las cuentas correspondientes al ejercicio del 2003 el próximo 4 de febrero, como tenía previsto. En un ambiguo comunicado, la compañía mencionó "dificultades materiales en los controles internos" en la filial norteamericana, lo que en principio sería la causa principal del retraso.

Mencionó eventuales problemas de contabilidad, control y conformidad de los resultados en "algunos países". Y anunció que nombrará un consejo independiente para que realice una investigación de la situación, aunque no explicó quién lo constituirá, ni cuándo podrá presentar los resultados. El auditor habitual de la empresa es Ernst & Young.

PENSAR LO PEOR El comunicado de la empresa ha llevado a los inversores a suponer el peor escenario. "Sólo podemos pensar que hay serios problemas", dijo Julian Cane, responsable de mercados de Foreign & Colonial Asset Management en Londres.

En un intento de alejar cualquier paralelismo con la crisis de Parmalat, fuentes del grupo en España insistieron en que la comunicación se hace por voluntad de la dirección. Sin embargo, tanto Adecco como Ernst & Young, como la Comisión Bancaria Suiza, declinaron comentar el anuncio de la empresa. La falta de claridad provocó que con las acciones de Adecco cayeran otras del sector, como la holandesa Randstad.

La división norteamericana de Adecco supone un 20% del negocio total del grupo.Los beneficios del grupo en EEUU fueron de 254 millones de euros.