El cierre sin previo aviso de la franquicia de Cocinas Schmidt del centro comercial Puerto Venecia ha afectado al menos a cien consumidores aragoneses, según la asociación Adicae. Todos ellos habían dejado una señal de unos 500 euros de media y algunos incluso habían contratado un préstamo que ofrecía el propio establecimiento a través de Cetelem para hacer frente a la compra. Adicae, que ha aglutinado a la mayoría de afectados, sigue recomendando a los clientes que se agrupen para intentar hacer más fuerza "de forma conjunta". "En un principio apuraremos la vía extrajudicial, aunque muchos ya han presentado una denuncia", explicaron desde la asociación.

Por el momento, la prestamista Cetelem ya ha trasladado a Adicae su intención de devolver las cuotas adelantadas y ha asegurado que dejará de girar el resto de letras, cancelando así el crédito. Sin embargo, recuperar las señales entregadas a cuenta parece que va a ser algo más complicado. Adicae ha reclamado a Cocinas Schmidt que dé una solución a los afectados y que, por lo menos, acepte esos adelantos e instale el mobiliario a los clientes. El grupo francés, según indican desde Adicae, "no parece estar por la labor", ya que considera que es el franquiciado el que debe responder. "Se trata de un problema concreto y aislado con el responsable de la tienda de Puerto Venecia", señaló la compañía.

La asociación de consumidores ya ha realizado una reunión para informar a los afectados los pasos que deben seguir y no descartan convocar otra asamblea en los próximos días.

Muchos clientes, al verse sorprendidos por el cierre de la tienda, acudieron a la otra franquicia del grupo en Zaragoza, ubicada en la plaza de Albert Schweitzer, que no tiene relación alguna con el otro franquiciado (Adecua S. L.).