Unos 700 afiliados de UGT-Aragón mostraron su apoyo a la estrategia que están siguiendo sus representantes sindicales en General Motors (GM) España en las negociaciones con la dirección de la planta de Figueruelas para tratar la reestructuración que va a llevar a cabo la multinacional automovilística en su división europea. El sindicato desarrolló ayer una asamblea en el centro de formación Arsenio Jimeno de Zaragoza para informar sobre la situación de la factoría, que tiene que suprimir 618 empleos y reducir la producción el 7,7%.

En el transcurso del encuentro, que se prolongó durante cerca de tres horas, los afiliados analizaron la propuesta planteada por la dirección de GM España, que incluye un programa de salidas negociadas a través de prejubilaciones y marchas voluntarias, y una reducción de la producción hasta 408.000 coches para el próximo año. En este sentido, el secretario general de la sección sindical de UGT-Aragón, Fernando Bolea, subrayó que lo principal era la defensa de los puestos de trabajo y el que no hubiera salidas forzosas.

No obstante, los asistentes mostraron su preocupación por la intención de la compañía de paralizar temporalmente (un año desde agosto del 2005) una de las líneas de producción del turno de noche para ajustar el volumen de fabricación. Bolea subrayó que se trataba de una medida temporal, "aunque en la negociación buscaremos que se solucione de la mejor forma posible". Sobre las prejubilaciones, a las que se podrán acoger unos 450 trabajadores que en el 2005 cumplirán 59 y 60 años, Bolea avanzó que pedirán a la empresa el abono del 100%.