Los alcaldes de Andorra, Ariño y Estercuel regresaron ayer a sus respectivos pueblos desde Madrid con "buenas sensaciones y contentos", tras haber sido recibidos por responsables de Endesa, a quienes entregaron más de 3.000 firmas para pedir que la energética invierta 230 millones de euros en adaptar la central térmica de Andorra a la directiva europea de emisiones industriales de grandes centros de combustión. Esto garantizaría su funcionamiento más allá del 2023, el límite que marca la decisión inicial de la compañía de acogerse a un plan de 17.500 horas de funcionamiento.

La alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, valoró como "positivo" el hecho de que Endesa no haya negado la posibilidad de invertir en la térmica. "Nos han transmitido tranquilidad, si bien han dado casi por hecho que agotarán el plazo de octubre del año que viene para tomar la decisión", señaló, en relación a la presión que Endesa quiere ejercer hacia el Gobierno para que este apruebe incentivos a la quema de carbón nacional. Ciércoles también desveló que, a pesar de tener unos 4 millones de toneladas de mineral, la térmica ha firmado un nuevo contrato de suministro con Samca para el primer trimestre del 2015.