El ministro alemán de Finanzas, Wofgang Schäuble, ha dicho este martes que ha llegado "al límite" de las concesiones que está dispuesto a hacer sobre el nuevo mecanismo de liquidación de bancos en crisis y ha avisado de que si la Eurocámara no cede, no habrá acuerdo para completar la unión bancaria en esta legislatura.

El mecanismo prevé la creación de un nuevo fondo de liquidación, dotado con 55.000 millones de euros, y que se financiará con aportaciones de la propia banca, para que los contribuyentes no tengan que pagar futuras crisis. Por imposición de Alemania, el fondo estará formado por compartimentos nacionales durante un periodo transitorio de 10 años, tras el cual se mutualizará completamente. Pero tanto la Eurocámara como el Banco Central Europeo reclaman reforzarlo por considerar que su dotación será insuficiente, sobre todo durante los primeros años.

El Ecofin ha aprobado este martes concesiones mínimas para facilitar el pacto, pero que todavía están muy lejos de las aspiraciones del Parlamento. Así, los ministros aceptan acortar de 10 a 8 o 7 años el plazo para crear el fondo de liquidación de 55.000 millones de euros, frente a un máximo de 3 que reclamaba la Eurocámara, según ha desvelado el ministro de Economía, Luis de Guindos, al término de la reunión. Además, se permitirá que el fondo pueda captar dinero en los mercados si se queda sin recursos, pero el Ecofin rechaza que cuente con avales públicos como defiende el Parlamento. Los ministros tampoco ceden en que deben ser los Gobiernos los que tengan la última palabra sobre el cierre de un banco, y no la Comisión como quieren los eurodiputados.

El ministro de Finanzas griego, Ioannis Stournaras, y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, viajarán este viernes a Estrasburgo para emprender la ronda final de negociaciones con la Eurocámara, que ya había avisado también de que sin más concesiones del Ecofin no habría acuerdo. El tiempo se agota, ya que si no se alcanza un compromiso en los próximos días, la unión bancaria se retrasará hasta 2015, incumpliendo así el compromiso asumido por los líderes europeos.

LA BANCA ESPAÑOLA APORTARÁ ENTRE EL 10% Y EL 15%

"La presidencia griega tiene un nuevo mandato y nuevas posibilidades. Yo estoy convencido de que se va a aprovechar para llegar a un acuerdo antes de que acabe el periodo de sesiones", ha dicho Guindos, que ha descartado que vaya a ser necesaria una nueva reunión del Ecofin. No obstante, si las negociaciones fracasan será necesario un nuevo encuentro de ministros de Economía en los próximos días.

El ministro de Economía ha precisado que la aportación de la banca española "va a estar entre el 10% y el 15%" de los 55.000 millones del fondo de liquidación, "sabiendo que nuestro PIB supone el 11-12% del conjunto de la unión monetaria". Durante el debate público, Schäuble ha sido el que se ha mostrado más inflexible con las demandas de la Eurocámara. "Hemos llegado a nuestros límites", ha resaltado. Y ha atacado la carta remitida al Ecofin por el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, en la que le planteaba las líneas rojas de los parlamentarios. "El Parlamento Europeo tiene que moverse mucho porque en caso contrario no lograremos una decisión, seamos muy claros, y no habrá reglamento", ha amenazado el veterano político.

Para Alemania, la prioridad es garantizar que desde el principio se apliquen las reglas que obligan a asumir pérdidas a accionistas y acreedores. "Es el mejor instrumento para garantizar que la factura sea asumida por la industria y no por los contribuyentes", ha defendido. "No tiene sentido trasladar la factura de los contribuyentes de un Estado miembro a otro Estado miembro", ha repetido el ministro de Finanzas. Por ello, Berlín se opone de plano a dotar de avales públicos al fondo de liquidación para que se endeude o permitirle el acceso a una línea de crédito del mecanismo europeo de estabilidad. "No habrá garantías. El MEDE es lo que es y no va a cambiarse. No tiene sentido trabajar en ello", ha insistido Schäuble.

El representante alemán ha rechazado además la petición de la Eurocámara de que sea el Banco Central Europeo (BCE) la única institución que pueda decidir que un banco está al borde de la quiebra y situarlo en resolución y ha pedido que este papel se reconozca también para el nuevo consejo de resolución, en el que estarán representados los Estados miembros.

En todo caso, el ministro alemán de Finanzas se ha mostrado dispuesto a acortar de 10 a 8 años el plazo para crear el fondo de 55.000 millones de euros. También el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, ha respaldado que el plazo sea de 8 años -tanto para mutualizar el fondo como para rellenarlo con contribuciones de la banca- aunque ha defendido que la mutualización no debería ser lineal, sino más intensa al principio para que disponga de recursos suficientes desde el primer momento.

Por su parte, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constâncio, ha alertado de que "por lo que se refiere al punto importante de que el fondo tenga recursos para ser realmente capaz de operar en los primeros años, necesitamos más de lo que hay en la última propuesta de la presidencia (griega)".