La carestía del euro perjudicó las exportaciones alemanas en el tercer trimestre, periodo en el que las importaciones subieron mucho más. La contribución negativa del sector exterior provocó que el PIB alemán aumentara sólo el 0,1% en el periodo, menos de lo esperado. Esa mala evolución responde a que las exportaciones cayeron el 1,1% respecto a los tres meses anteriores, mientras las importaciones crecieron el 4,3%.

A pesar de estos datos, el banco central alemán, el Bundesbank, considera que las exportaciones siguen siendo competitivas y no expresa una preocupación mayor por la apreciación del euro. Parte de la base de que la competitividad de los productos alemanes aún es muy importante debido a la moderada evolución alcista de precios y costes, así como al impulso de la economía mundial.

El presidente del Bundesbank, Excel Weber, entiende que la institución que dirige no es la llamada a mejorar la situación y que corresponde el Gobierno, con "más reformas", contribuir al crecimiento económico. Joaquín Almunia, comisario europeo de Finanzas, manifestó el lunes en París que las exportaciones alemanas crecen más en el cuarto trimestre y que el encarecimiento del euro todavía no resta competitividad a la UE.