El consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga trató de lanzar ayer un mensaje de tranquilidad ante los sucesivos problemas que atraviesa el tejido industrial oscense. Así, en la inauguración del XXV Congreso de la Federación de Periodistas y Escritores de Turismo, señaló que el Ejecutivo autonómico está siguiendo "muy de cerca" la crisis de Alvisa, en Huesca y de Lanipiel en el municipio oscense de Gurrea de Gállego.

En este último caso, Aliaga consideró que el anunció de cierre de la planta de Gurrea provoca una situación "compleja", ya que se trata de una empresa dedicada al tratamiento de pieles que necesitan grandes inversiones para no provocar contaminación. Así, manifestó que "la viabilidad de la empresa debe ser lo primero, ya que los gobiernos no pueden salvar empresas que no sean viables económicamente".

En el caso de la compañía Alvisa, el consejero recordó el origen del problema, debido a las obsolescencia de sus instalaciones, aunque indicó que el departamento ya se puso en contacto con la dirección de esta empresa para intentar salvar parte de la actividad industrial en la capital oscense. Con todo, apuntó que ahora esta marcha la negociación laboral "en la que desde el Gobierno de Aragón no podemos entrar".

CHA PIDE UNA COMPARECENCIA Por otro lado, el portavoz de Industria en las Cortes de Aragón de CHA, Pedro Lobera, reclamó ayer al Ejecutivo autonómico que reconozca la crisis industrial que se está viviendo en el Alto Aragón, ya que, a su juicio, "el primer paso para buscar soluciones es reconocer que, efectivamente hay un problema grave".

CHA considera que el Gobierno de Aragón "evita utilizar la palabra crisis para referirse a lo que está pasando en el Alto Aragón pero que la realidad se está imponiendo".

Por, CHA ha solicitado la comparecencia del consejero de Industria, Comercio y Turismo, Arturo Aliaga, especialmente tras el cierre de Moulinex, la presentación de expedientes de regulación de empresa en varias empresas ubicadas en la provincia oscense y la delicada situación que atraviesan otras industrias de la zona.

Lobera señaló que, en el Alto Aragón, ha habido "una tradición histórica industrial que ahora está desapareciendo y que los sectores de servicios y el turístico no van a poder reemplazar", por lo que pidió un plan de urgencia para que ese tejido productivo no desaparezca".