El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, opinó ayer que la Unión Europea puede ser competitiva a un tipo de cambio euro-dólar similar al actual, aunque destacó que lo preocupante es la fuerte oscilación de las divisas.

"La economía europea ha demostrado que puede ser muy competitiva con tipos de cambio como los actuales", indicó Almunia en una conferencia de prensa en París. En su opinión, la actual fortaleza del euro no es capaz de impedir el crecimiento previsto para la zona euro el año próximo, que es del 2%, sobre una hipótesis de un euro a 1,25 dólares.

El euro cotiza en el entorno de los 1,30 dólares hace semanas. Ayer, el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio en 1,3033 dólares. Los operadores de divisas ven que el euro puede llegar hasta los 1,3150 dólares y, tras la reunión de los países del G-20 este fin de semana en Berlín, descartan una intervención del BCE para frenar la moneda única.

Mientras, la fortaleza del euro contribuye a amortiguar el efecto de la subida del petróleo sobre la inflación. El presidente del banco central alemán (el Bundesbank), Axel Weber, pronosticó ayer la inflación de la zona euro caerá por debajo del 2% en el 2005 (en octubre fue del 2,4%).

EL CASO ESPAÑOL En lo que se refiere a España, Almunia señaló que la pérdida de competitividad y el excesivo peso de la vivienda en la demanda interior son las principales amenazas para el crecimiento económico. "Estamos perdiendo competitividad desde que estamos en el euro" y ahora eso no se puede resolver con una devaluación de la moneda, dijo.

Según Almunia, los "movimientos desordenados del tipo de cambio" no son deseables, y sería buena "una cooperación de uno y otro lado del Atlántico". El comisario reconoció que "puede haber problemas para la demanda exterior" por la cotización del euro frente al dólar, sobre todo en Alemania cuya recuperación depende de las exportaciones.