La imparable ascensión del precio de la gasolina ha saltado a la campaña electoral de EEUU. Ayer, el candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, acusó al presidente, George Bush, de "no hacer nada" por contener el alza del combustible. Hace cuatro años, cuando Bush era candidato, prometió "agarrar por la mandíbula" a los 11 países de la OPEP para obligarles a bajar los precios. El barril Texas --referencia en EEUU-- entonces rondaba los 28 dólares. Hoy, se acerca a los 40.