En un pasaje de Fortunata y Jacinta, la obra más conocida de Pérez Galdós, un personaje le dice a otro: "Ya te serenarás, hija. ¡El tiempo! ¿Sabes tú los milagros que ese señor hace? Tú lo has dicho: no hay mal que cien años dure, y cuando se tocan de cerca los grandes inconvenientes de vivir lejos de la ley, no hay más remedio que volver a ella. Ahora te parece imposible; pero volverás". Lo mismo parecen pensar los inversores. Les sucede como en la gran canción de Jorge Drexler, que aman "la trama más que en desenlace". Los mercados se mueven a golpe de noticias y, cuando llevan unos cuántos días a la baja o al alza, de movimientos de corrección.

Ayer hubo varias novedades positivas. Los buenos resultados empresariales que se dieron a conocer en Estados Unidos (Bank of America perdió 276 millones, muchos menos de lo esperado) espoleó una apertura alcista en Wall Street. El dato de crecimiento de China (7,4%, el peor dato desde el 2012 pero por encima del 7,3% augurado) terminó de apuntalar el optimismo.

Los inversores --como todos-- siguen sin tener claro qué va a suceder en Ucrania, pero la falta de novedades bélicas les hizo sentirte ayer más confiados. Ello sumado a tanta buena nueva, y sobre todo las cuatro jornadas de fuertes bajadas que han abaratado los valores, les decidieron a salir de compras. El Ibex 35, así, repuntó el 1,63%, hasta los 10.267,9 puntos. El bono a 10 años bajó al 3,1%, cerca de sus mínimos del 2005.