La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, es consciente de que es imposible hablar de la situación económica en Europa sin hablar de los acontecimientos de las últimas semanas y, muy especialmente, sin mirar hacia Italia y España. Invitada estrella, junto a la máxima responsable del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, del Foro Económico de Bruselas 2018, subrayó que aunque vinculadas la situación en ambos países es muy distinta.

«No se puede simplificar en que es una cuestión norte/sur. Italia y España son muy diferentes. Tenemos diferentes desafíos, diferentes dinámicas, diferente demografía, diferentes mercados laborales», recordó ante una audiencia plagada de funcionarios europeos, representantes políticos y empresarios. Lo importante, a su juicio, es que en Europa hay una horquilla de oportunidades y que si estás en el lado correcto puedes llegar a ser muy competitivo. Flexibilidad y disciplina deben ir de la mano, dijo, y lo más urgente ahora debe ser lograr una Eurozona lo más resistente posible a la volatilidad.

Botín abogó por una estrategia pragmática a la hora de impulsar las reformas en la Eurozona. «Es importante definir el punto final de forma inequívoca y ser claros con lo que se espera de los Estados miembros en términos de reformas estructurales para llegar», valoró. Según la banquera, el ritmo debería ser negociable, no el objetivo final. «Necesitamos un plan de acción claro», dijo.