El tiempo pasa y la térmica de carbón de Andorra sigue sin tener el futuro asegurado, a pesar de los muchos componentes que juegan a su favor. Cansados de que la incertidumbre que pesa sobre la central no se despeje, los sindicatos han decidido pasar a la acción. UGT y CCOO han convocado una concentración para mañana en la localidad (plaza del Regallo, 19.00 horas) para exigir a Endesa que acometa la inversión necesaria para adaptar el complejo eléctrico a la normativa europea sobre emisiones y alargar así su vida a largo plazo.

El pasado mes de febrero, la compañía comunicó al Ministerio de Industria, Energía y Turismo que, de momento, se acogía a un programa de 17.500 horas de funcionamiento entre 2016 y 2023, lo que supondría el cierre definitivo de la térmica y la desaparición por tanto de uno de los principales motores económicos de Teruel. Sin embargo, Endesa siempre ha mantenido que esta decisión no es definitiva a la espera de que el Gobierno alumbre un nuevo sistema que asegure la rentabilidad de las centrales que queman el carbón nacional, algo que no acaba de cuajar. Y es que, el actual mecanismo que primaba el mineral autóctono finaliza su vigencia este año.

El Gobierno está intentando buscar fórmulas para dar salida a la producción del carbón nacional a partir del 2015 pero sin que la Unión Europea le acuse de ayudas ilegales. Además de los incentivos alternativos que estudia implantar el Ejecutivo, una de las medidas que está encima de la mesa consiste en animar a las eléctricas a que suscriban contratos bilaterales de abastecimiento a largo plazo. En el caso de Andorra, Endesa mantiene negociaciones muy avanzadas con Samca, la principal empresa extractora que le abastece de carbón nacional.

Pese a ello y a ser la central más competitiva de su segmento, nada está garantizado. Así lo advirtió ayer el comité, que ofreció una rueda de prensa para explicar la situación. "El futuro de toda la comarca depende de la térmica", subrayó su presidente, Hilario Monviela.