El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco dejó ayer en libertad al empresario valenciano Ángel De Cabo después de que este abonara la fianza de 300.000 euros que le impuso para poder salir de la cárcel, en la que ingresó por el vaciamiento patrimonial de Marsans. Según fuentes jurídicas, el dueño de Nueva Rumasa aportó al juzgado una fianza hipotecaria por el doble de la cantidad fijada, como exige la ley.

El magistrado fue disminuyendo sucesivamente la cifra inicial de 50 millones que le fijó en diciembre del 2012, cuando fue detenido junto al expresidente de la patronal CEOE Gerardo Díaz Ferrán, hasta dejarla finalmente en 300.000 euros por su colaboración con la justicia. De Cabo hizo una declaración voluntaria desde la cárcel de Picassent ante la Policía el pasado 27 de noviembre, en la que afirmó que Díaz Ferrán prefirió sustituir los pagos en efectivo y en cheques que le realizaba a cambio del traspaso de la empresa por transferencias a cuentas que tenía en Hong Kong a raíz de que uno de los talones fuera bloqueado por una entidad.

Según el empresario, Díaz Ferrán acordó con él y con su entonces socio, el ya fallecido Gonzalo Pascual, el traspaso del grupo turístico y su patrimonio para eludir el pago a sus acreedores a cambio de una entrega mensual de 100.000 euros hasta alcanzar los 5,5 millones y no 8, como figura en los distintos informes policiales de la causa por la que fueron detenidos. Mientras, el expresidente de la CEOE se encuentra en Soto del Real de forma preventiva por esta causa bajo fianza de 5 millones de euros.