El presidente de Repsol, Alfonso Cortina, presentó ayer la dimisión al frente de la primera petrolera del país. Le sustituye en el cargo Antoni Brufau, director general de la Caixa y presidente de Gas Natural. Cortina, amigo personal del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y del expresidente José María Aznar, llegó al cargo con el Gobierno anterior y es el primer presidente de las grandes empresas privatizadas (junto con Telefónica y Endesa) que deja el puesto.

Fueron dos de los accionistas de Repsol, La Caixa (que controla el 12% indirectamente y el 9,1% de forma directa) y Petróleos de Mexico (Pemex, con un 5%) quienes forzaron a Cortina a dejar la presidencia. El mismo Ricard Fornesa informó un día antes al presidente de la petrolera, de que querían abordar el asunto ayer, en el consejo de administración. El BBVA (que controla un 5,5% de la petrolera) no conocía la operación y optó por la abstención. Fornesa había informado el martes de los cambios a Francisco González, presidente del BBVA. Brufau se lo comunicó al consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri.

Antes de las vacaciones de agosto, la entidad catalana y la multinacional mexicana enviaron mensajes al Ministerio de Industria y a La Moncloa, sugiriendo el cambio en la presidencia. Las relaciones entre la caja y Alfonso Cortina quedaron muy deterioradas tras la frustrada OPA de Gas Natural (controlada por la Caixa) sobre Iberdrola, que contó con la oposición frontal de Repsol.

En septiembre, Fornesa acudió a la Moncloa para tener una entrevista personal con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien fue informado de la pretensión de la Caixa y Pemex. La respuesta formal de Zapatero, como la del ministro de Industria, fue que "en las empresas deciden los accionistas".

Montilla fue un poco más allá y añadió que "lo que debe de primar siempre en estas empresas es preservar el servicio público, el interés general". Un portavoz del ministro abundaba ayer en esta tesis, e insistía en que han sido los accionistas de Repsol quienes han dado el paso.

Pese a respuestas tan oficiales, a nadie se le olvidaba ayer por la tarde que tanto el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, como el mismo Montilla hablaron en agosto sobre "la honestidad" de los gestores y la forma en que algunos de ellos habían llegado al cargo. Cortina, César Alierta (Telefónica), Manuel Pizarro (Endesa) y Francisco González (BBVA), llegaron a la presidencia de las empresas y el banco aupados por su relación con Rato y Aznar.

Ayer, Cortina expuso primero los resultados hasta septiembre y después anunció su dimisión. Los presentes la aceptaron y después Gonzalo Anes, consejero independiente propuso el nombre de Brufau.