El comercio fue el sector más dinámico de la economía española en el 2003. Aupado por el dinamismo del consumo privado, el valor añadido bruto de la actividad comercial registró el pasado año un crecimiento del 10,4%, superior al del resto de los sectores, según los datos que hizo públicos ayer el Banco de España.

En el caso de la energía, el valor añadido de las empresas energéticas aumentó el 9,7%, frente al 4,8% del sector de transportes y comunicaciones y la menor aportación de la industria, con un ligero crecimiento del 1,1% debido a la desaceleración de la actividad exterior. El beneficio neto de las empresas no financieras españolas aumentó el pasado año el 15,9% respecto al 2002, según el Banco de España.

El comercio fue el único sector que registró un crecimiento en el empleo, con un alza del 4,2% a lo largo del 2003. Ese dato contrasta con los descensos en energía (1,9%), industria (0,8%) y transportes (0,1%).