"¿Ha llevado a cabo algún programa específico de equilibrio entre vida laboral y vida familiar? ¿Colabora con ONG? ¿Respeta los derechos humanos?". Estas son algunas preguntas que la consultora Conética hace a los empresarios interesados en un plan de responsabilidad social corporativa o, lo que es lo mismo, código de conducta.

El fenómeno de la responsabilidad social de las empresas está en auge en España. Incluso el Gobierno está en proceso de crear una comisión en el Ministerio de Trabajo para debatir con las organizaciones empresariales, los sindicatos y las ONG la posibilidad de elaborar una ley de carácter estatal.

Estos códigos buscan conciliar el crecimiento y la competitividad de las empresas con el compromiso con el desarrollo social y el medioambiente. Alrededor de estos propósitos funcionan en España una serie de consultorías y auditoras que se dedican a elaborar los planes o a controlarlos. La pregunta es si las empresas se suman a esta moda por convencimiento o por una cuestión de imagen.

"Quiero entender que hay unas motivaciones que van más allá de la imagen. Las empresas están cada vez más convencidas de que deben implicarse más con la sociedad", dice Carlos Martín-Peñasco, director de estrategia de producto de la consultora Bureau Veritas, que audita la responsabilidad social de las empresas que quieren lograr certificados.

En España, sólo una docena de compañías poseen uno de los dos certificados de responsabilidad social (SGE21 y SA8000). Novartis, Ciba Vision, Contratas y Obras, el Grupo Eroski, TQ Tecnol, Ramel y Fitman son algunas. Otras firmas tienen planes similares, aunque no certificaciones oficiales. La directora general de Conética, Silvia Urarte, admite que "hay compañías que creen en estos valores y otras se lo plantean como una cuestión de imagen".

Un estudio de Forética, asociación sin ánimo de lucro que fomenta la gestión ética, resalta que el mercado estaría dispuesto a asumir un encarecimiento máximo del 2,89% en los precios finales de los productos a cambio de políticas sociales. El informe, efectuado a partir de entrevistas con 1.000 empresas e igual número de consumidores, detalla que ante dos artículos similares, el 53,23% de españoles elegiría aquel que le ofreciera la certeza de provenir de una compañía socialmente responsable, incluso si fuera un poco más caro. El informe detalla que uno de cada cinco consumidores ha dejado de comprar a empresas que considera que realizan prácticas abusivas.