Aragón se ha convertido en un referente dentro del sector papelero y, un año más, vuelve a ser la comunidad que más papel produce de toda España. Las empresas ubicadas en la región han aprovechado esta época de crisis para afianzar su liderazgo y durante el 2012 fabricaron dos de los 6,1 millones de toneladas que comercializó el sector en el conjunto del país. Todo un mérito teniendo en cuenta que Aragón solo alberga siete factorías, por las 24 de Cataluña o las once del País Vasco.

Son precisamente estos territorios, que históricamente han tenido un gran peso dentro de la actividad, los que han ido perdiendo fuelle en beneficio de otras comunidades como Aragón. "En unos años se ha convertido en la región más puntera a nivel nacional", destaca el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), Carlos Reinoso, que indica que la comunidad ha copado buena parte de las inversiones del sector en los últimos años. "Las empresas han encontrado ahí las condiciones adecuadas y eso ha sido clave para su posicionamiento", subraya.

Otras fuentes del sector también apuntan a la disponibilidad de suelo industrial a precios competitivos, a la garantía en el suministro de agua y a la ubicación estratégica como factores que han jugado a favor de Aragón.

CIERRE DE PLANTAS EN ESPAÑA Todo ello ha permitido que las factorías de la comunidad no hayan sufrido grandes desplomes en unos años "complicados" para la actividad. De hecho, la región ha mantenido operativas sus siete plantas, mientras que en España se han cerrado 15 fábricas desde el 2008 (la mayoría en Cataluña y País Vasco). Algo que ha sido fundamental para el mercado de trabajo, ya que la industria papelera genera en la comunidad cerca de 2.000 empleos directos.

Aunque la caída del mercado nacional no ha sido tan fuerte como en otros sectores, Reinoso reconoce que también se ha dejado notar y destaca que la actividad ha tenido que enfocarse más hacia el exterior. "Si hemos podido mantener la producción ha sido gracias a las exportaciones y al aumento de nuestra competitividad", subraya. De hecho, el sector dejó de ser deficitario el pasado año y, por primera vez, el volumen de las exportaciones superó al de las importaciones, hasta contabilizar en el extranjero unas ventas de casi tres millones de toneladas.

El consumo interior, por su parte, registró un descenso el pasado año del 4,2% y ya se sitúa en los niveles de 1998, aunque "ya se empiezan a ver indicios de mejora". "El papel que se consume en España proviene cada vez más de las plantas nacionales", señala Reinoso, que destaca que la industria española, junto a la sueca y la alemana, es la que mejor está afrontando la crisis.

Así, en el primer semestre del 2013, el sector mantuvo su producción de papel y la de celulosa creció el 1,5%. En ambos casos, los datos mejoran los de la Unión Europea, donde el papel desciende el 1,4% y la celulosa el 0,6%. Las exportaciones, además, siguieron creciendo entre enero y julio, incrementándose un 1,6%.

Quizá haya sido esa apuesta por el exterior la que ha permitido mantener la actividad de la industria española y, así, de su plantilla. En el 2008, el sector empleaba a 17.850 personas y en el 2012 rondaba las 17.150.