Los conductores aragoneses afrontan la Semana Santa con los precios de los carburantes más altos de los últimos tres años. Llenar el depósito en la comunidad en los días previos a este puente festivo no era tan caro desde el 2015, aunque los combustibles aún están mucho más baratos que en el 2012, cuando se alcanzaron máximos históricos (ver gráfico). Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea -del jueves de la pasada semana- el precio medio del litro de gasóleo se situó en los 1,129 euros en el conjunto del país, un 3% más que en la Semana Santa del 2017. En el caso de la gasolina, el litro costaba la semana pasada 1,22 euros, un 0,4% más.

Las diferencias respecto al 2017 aún serían mayores si no llega a ser porque los carburantes se situaron la pasada semana en mínimos anuales. Con todo, en los últimos días los precios han subido. Al menos en Zaragoza, porque ayer la mayoría de gasolineras de la capital aragonesa vendían el litro de gasóleo A habitual (el combustible que utiliza el 60% de los vehículos en España) a 1,189 euros. Así, repostar 55 litros cuesta 65,3 euros, frente los 53,4 que había que pagar en la Semana Santa del 2016, cuando el litro de gasoil en Zaragoza rondaba los 0,971 euros. En el 2012, llenar el depósito costaba 76,3 euros.

El encarecimiento de los carburantes se produjo sobre todo a lo largo del 2017 debido, fundamentalmente, a los recortes de producción de petróleo acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, un ajuste que elevó el precio del barril. «No hay que olvidar que el coste del crudo representa el 35% del precio final de los carburantes, por lo que su variación es determinante», subraya la presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar), Pilar Soto.

En este sentido, la extinta Comisión Nacional de Competencia ya denunció hace años que las petroleras trasladan los incrementos de las materias primas «como un cohete» pero las bajadas se reflejan «con la velocidad de la caída de una pluma» y recordó que el problema era el excesivo poder del sector en España, donde tres firmas (Repsol, Cepsa y BP) copan gran parte del mercado.

EL AHORRO EN ZARAGOZA / Los consumidores son conscientes de que la diferencia de precios entre las gasolineras de las grandes petroleras no son sustanciales, pero también saben que el que busca, encuentra. Así, el ahorro que se podía lograr ayer en Zaragoza llenando el depósito en una u otra estación alcanzaba los 7,1 euros en el caso del gasóleo.

Las diferencias de precios en Aragón con los años anteriores no serían tan elevadas si el Gobierno de Aragón no hubiera decidido aplicar a partir del 1 de enero del 2016 el impuesto autonómico sobre los carburantes, un tributo que ha encarecido 2,4 céntimos cada litro. De hecho, en las estadísticas del ministerio, Aragón era hasta entonces la comunidad con los precios más bajos del país, algo que ha dejado de ser así. Aún con todo, la comunidad fue en febrero la quinta región con el gasóleo más barato de España, tras Navarra, Castilla y León, La Rioja y País Vasco.

Según Aesar, esta proximidad a autonomías más económicas (son las que no aplican el impuesto) está provocando una fuga de clientes y una caída de las ventas, por lo que pide a la DGA la supresión del tributo.