Aragón aglutina el 40,1% de la superficie de maíz transgénico que se cultiva en España. En concreto, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) la comunidad cuenta con 12.905 hectáreas, mientras que la segunda región en superficie cultivada es Castilla La Mancha, con 8.171 hectáreas. Sin embargo, el maíz transgénico sólo representa en la comunidad el 11% del total que se cultiva en Aragón.

Unas cifras que se dieron a conocer ayer en el Foro de Biotecnología Valle del Ebro, que organizó la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) en Zaragoza. El encuentro, al que asistieron representantes del mundo empresarial, de la Universidad, así como organizaciones agrarias y miembros de cooperativas, tuvo lugar en una semana en la que la polémica por la producción y consumo de alimentos transgénicos ha vuelto al primer plano de la actualidad, tras la aprobación, por parte del MAPA, de nueve variedades más, así como por el rechazo de la Unión Europea a autorizar una nueva variedad de maíz genéticamente modificado --decisión que no posibilita el fin de la moratoria que pesa sobre las autorizaciones de organismos genéticamente modificados (OGM)--.

De un lado, los productores y algunos sindicatos --entre ellos la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja)-- apuestan por este tipo de cultivos, mientras que ecologistas, ONG´s y organizaciones como la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) han mostrado su rechazo.

Según comentó el director de la Oficina de variedades vegetales del MAPA, Ricardo López de Haro, España no firmó la moratoria, vigente desde 1998, porque "lo que es necesario es aplicar una legislación de forma rigurosa". Además, agregó que el cultivo de transgénicos es "el camino que hay que tomar, aunque con todas las precauciones".

TRANSPARENCIA Al respecto, López de Haro afirmó que el objetivo del MAPA es "ser más transparentes cara a la opinión pública y actuar en interés y beneficio de los agricultores", al tiempo que señaló que "no se ha vulnerado ninguna normativa europea". Por ello, anunció que el próximo día 25 se creará una Comisión de Biovigilancia de OGM, dirigida al asesoramiento y a ofrecer más transparencia al consumidor. En dicha comisión, agregó, estarán representados los consumidores, las asociaciones sectoriales, las cooperativas agrarias y seis expertos.

Por otro lado, el jefe de Gabinete de la Presidencia de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, José Ignacio Arranz, subrayó que para reconducir la moratoria que existe en la UE es preciso "identificar con claridad dónde están las dudas de los consumidores y dotarse de una legislación que las erradique", por lo que "hay que adoptar una buena estrategia de comunicación".

Finalmente, el presidente de AGPME, Agustín Mariné, aludió a los efectos económicos que tienen para el agricultor el cultivo de este tipo de variedades, ya que combaten las plagas. Además, dijo que también beneficiarán a los consumidores porque el maiz protegido es más fácil de conservar.