La economía de Aragón crecerá un 1,1% este año, en línea con la media nacional, y un 2% en el 2015, un repunte que ya se vislumbró a finales del pasado ejercicio y en el primer semestre de este, con un incremento del PIB del 0,4%. Eso sí, estas cifras estarán condicionadas por las medidas del Plan Económico y Financiero para compensar la desviación del déficit registrado el año pasado en la comunidad. Así lo refleja el informe Situación Aragón elaborado por el servicio de estudios del BBVA y presentado ayer en Zaragoza por Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, y Jorge Sáenz-Azcúnaga, director de la Territorial Norte del banco.

Así, el incumplimiento del objetivo de estabilidad en 2013 implica "dejar pendiente parte del proceso de consolidación" y, por tanto, un esfuerzo fiscal "superior a la media" de las comunidades este año, lo que generará "cierta incertidumbre". Para Cardoso, el plan no debería tocar los servicios esenciales ni subir los impuestos pero sí actuar sobre el gasto "superfluo", reducir los consumos intermedios, negociar los precios con los proveedores e incrementar la venta de activos.

A este crecimiento en Aragón contribuirá decisivamente el buen comportamiento que se espera que tengan las exportaciones gracias a la diversificación de productos --con una destacada fortaleza de los bienes de equipo y los alimentos-- y mercados de destino. Al respecto, Cardoso resaltó que, de lo contrario, el comercio exterior de la comunidad hubiera caído un 13% más --hasta el 17%-- desde el 2008, y la variación negativa del PIB per cápita hubiera sido un 43% más intensa.

También influirán la mayor competitividad que ha permitido que algunos sectores ganen cuota de mercado y la recuperación de las ventas al exterior del sector del automóvil gracias a las inversiones realizadas por las compañías en Europa, matizó Cardoso. En su opinión, Aragón debe mejorar su posición en algunos indicadores como la educación, la inversión en I+D+i y en el desarrollo de empresas tecnológicas, ya que estos tres factores "tienen una fuerte relación con el PIB potencial".

PROFUNDIZAR EN REFORMAS

Asimismo, Cardoso destacó que, si la economía aragonesa mejorara a un ritmo anual del 2,5% y la productividad por trabajador al 0,6%, la comunidad aragonesa necesitaría una década para recuperar el nivel de empleo que tenía antes de la crisis. En este sentido, según el BBVA, la reforma laboral o la de la negociación colectiva han tenido "efectos positivos" que "han evitado una mayor destrucción de puestos de trabajo".

Sin embargo, Cardoso apuntó que es necesario "profundizar en los cambios" porque "se ha demostrado que algo no funciona en el mercado laboral", por ejemplo en disminuir la dualidad entre los trabajadores temporales y los fijos. "Habría que incidir en el desempleo de larga duración y desarrollar políticas de formación que reconviertan a estos parados, la mayoría procedentes de la construcción, hacia sectores donde se ve un crecimiento", añadió.

El panorama dibujado por el BBVA es positivo, ya que el informe estima que "la reducción de la incertidumbre" relativa a las políticas públicas han traído "una mayor confianza de la gente en el futuro en términos de renta o empleo" y, por tanto, una mejora del gasto en "bienes de consumo durable" y en el flujo del crédito.