El sector agroalimentario tiene un enorme potencial de crecimiento en Aragón. Actualmente, la comunidad produce en sus campos y granjas el 9% de las materias primas del sector a nivel nacional, pero solo el 3% de los productos finales que se consumen en España. Si se lograra atajar esa brecha, el empleo de esta actividad se multiplicaría por tres y pasaría, de los 14.000 puestos actuales a más de 40.000, según estimaciones de la Asociación de Industria Alimentarias de Aragón (AIAA), que celebró ayer en Zaragoza un congreso sobre marcas y comunicación con motivo del 30 aniversario de esta organización empresarial.

«El reto es pasar de ser el granero de España a convertirnos en la despensa», afirmó Félix Longas, presidente de la AIAA, en la inauguración del foro desarrollado en el Patio de la Infanta de Ibercaja, un acto en el que también participó el consejero de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona.

El sector pasa por un buen momento, con una facturación global que superó los 4.000 millones de euros el pasado año, de los que el 35% procedieron del mercado exterior. Tras la automoción, es el segundo motor económico de la comunidad (el primero en 19 comarcas). Sin embargo, el margen de mejora es todavía muy amplio. Eso sí, en un contexto de transformación digital que está plagado de oportunidades, pero también de amenazas, como así pusieron de manifiesto los ponentes del congreso.

competitividad diferente / Para que la agroindustria aragonesa logre dar ese ansiado salto, la clave está en la promoción, la innovación y la internacionalización. A este respecto, Longás recalcó que el concepto de competitividad ha cambiado. «No solo viene por la calidad y competir en costes, sino sobre todo por ocupar un lugar relevante en la mente de los consumidores», aseguró, al tiempo que abogó por impulsar «marcas fuertes y poderosas» a nivel regional que sirvan de «tractor» para las pymes aragonesas.

En esta estrategia se inscribe una vieja reivindicación del sector que tan buenos resultados ha dado en otras comunidades: la creación de una marca única para los productos alimentarios fabricados en Aragón. Un emblema, apuntó Longás, que «acoja los mejores valores» de la comunidad para poder distinguirse «en los mercados nacionales e internacionales». En este proyecto trabaja el Ejecutivo autonómico, que confía en que se concrete este año. Así lo aseguró Olona, quien reconoció, no obstante, que se trata de un «reto complejo» y «ambicioso» que requiere del consenso de todos los agentes implicados.

El consejero aprovechó su intervención para elogiar el «éxito» conseguido en los últimos años por las empresas agroalimentarias de Aragón en los mercados internacionales, al tiempo que auguró que el sector va a experimentar un gran crecimiento en los próximos años a tenor de las inversiones anunciadas por las empresas. Olona recordó además que la consejería dispone de tres millones de euros para un plan plurianual de los alimentos producidos en la comunidad en el que colabora la AIAA. En este mismo campo la DGA prevé invertir alrededor de 100 millones hasta el 2023 con cargo al Programa de Desarrollo Rural.

Entre los ponentes del congreso, destacó Enric Jové, máximo responsable de McCann WG España, la agencia que ha trabajado con clientes como Campofrío, Nestlé o Nespresso. El experto subrayó que la era digital ha traído consigo unas «nuevas reglas del juego» en el márketing, donde prima ahora la inmediatez, la interacción y relación con el cliente y las «experiencias de consumo». «El mejor departamento de I+D es el consumidor», sentenció.