Un total de 96 ejecuciones hipotecarias de viviendas se iniciaron en Aragón en el segundo trimestre del año tras el impago de un crédito, la mayor parte de ellas, 70, de viviendas usadas.

Del total de viviendas afectadas, 52 eran de personas físicas y 44 de jurídicas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el segundo trimestre del año se iniciaron 276 embargos de fincas en Aragón, de las que 16 eran rústicas y, de las urbanas, 96 viviendas, 88 solares y 76 otras.

En el conjunto del país, las ejecuciones hipotecarias (o embargos de una propiedad para su venta) tras el impago de un crédito para una vivienda habitual disminuyeron un 56,8 % en el segundo trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2016.

Este tipo de embargos se han reducido además un 34,8 % desde el trimestre anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El número total de viviendas -habituales y de otro tipo- que fueron objeto de una ejecución hipotecaria se elevó a 6.937, un 24,2 % menos que en el trimestre anterior y un 42,3 % menos que un año antes.

Las inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad en el segundo trimestre se elevó a 13.605, un 20 % menos que en el trimestre anterior y un 35,2 % menos que en el mismo periodo de 2016.

Entre las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, 2.788 eran habituales en propiedad (un 56,8 % menos que en el mismo trimestre de 2016) y 864 no eran residencia habitual de los propietarios (un 48,1 % menos).

Si se toma como referencia el total de viviendas familiares existentes en España en el segundo trimestre (18.505.200), el 0,02 % iniciaron una ejecución hipotecaria en ese periodo.

Por la naturaleza de la finca, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas concentraban el 51,0 % del total; un 20,5 % de todas las ejecuciones hipotecarias eran viviendas habituales de personas físicas, un 24,1 % correspondía a viviendas de personas jurídicas, y un 6,4 % a otras viviendas de personas físicas.

Por su parte, las ejecuciones hipotecarias de otras urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) representaban el 36,7 % del total.

En cuanto al estado de los bienes ejecutados, un 17,4 % de las ejecuciones hipotecarias en el segundo trimestre lo fueron sobre viviendas nuevas, y un 82,6 % sobre usadas.

El número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas nuevas disminuyó un 28,7 % en tasa anual, y el de usadas lo hizo un 44,6 %.

Los datos por comunidades autónomas muestran que aquellas con mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas en el segundo trimestre fueron Andalucía (3.581), Valencia (2.694) y Cataluña (1.758), en tanto que Navarra (47), País Vasco (87) y Cantabria (95) registraron las cifras más bajas.

En el caso de viviendas, Andalucía (1.915), Valencia (1.444) y Cataluña (1.014) presentaban el mayor número de ejecuciones, y Navarra (20), La Rioja (40) y el País Vasco (50), las menores.

Si se tienen en cuenta sólo los datos relativos a viviendas embargadas, Comunidad Valenciana (0,11 %), Andalucía y Murcia (ambas 0,10 %) registraban los valores más altos, mientras que el País Vasco (0,01 %) y Navarra (0,02 %) presentaban los más bajos.