El Gobierno de Aragón ya ha finalizado la revisión de su Plan Energético 2013-2020, que ha sido ajustado a la baja como consecuencia de la reforma eléctrica impulsada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Uno de las principales cambios adoptados por la DGA es el recorte en un tercio del crecimiento previsto en la comunidad de las energías renovables (fundamentalmente eólica), que ahora será de 2.200 nuevos megawatios (MW) de potencia instalada para el horizonte del 2020-2025, en lugar de los 3.200 estimados inicialmente. Esto es consecuencia del varapalo que sufre esta tecnología en la nueva regulación.

Las cifras fueron aportadas ayer a este diario por la directora general de Energía, Marina Sevilla, que participó en una jornada sobre este sector organizada por la Cámara de Zaragoza. La sesión fue clausura por el consejero de Industria, Arturo Aliaga.

"Hemos realizado ajustes, pero los árboles nos tienen que dejar ver el bosque", apuntó Sevilla, que se mostró convencida de que Aragón, pese a las dificultades y a la falta una regulación estable, seguirá teniendo una posición de liderazgo en el desarrollo energético de España.

La comunidad cuenta hoy con 1.800 MW de potencia eólica y tiene otros 1.200 MW en tramitación --priorizados a través de los concursos públicos que llevó a cabo la consejería de Industria hace tres años--. Además, Sevilla aseguró que la red de transporte eléctrico de la región permite la evacuación de 800 MW más de esta tecnología. En total, la DGA espera llegar con 4.000 MW renovables al periodo 2020-2025, 1.000 menos de los recogidos en el primer borrador del plan.

Otro de los ejes del futuro desarrollo energético de Aragón pasará por la hidráulica, especialmente la de bombeo (reversible). Endesa ya ha iniciado la ampliación de una central de este tipo en Montanuy (Huesca), que triplicará su potencia de 210 a 630 MW. Es uno de los mayores proyectos que hay en marcha el sector eléctrico regional, donde apenas hay movimientos.