Con 36 franquicias, Aragón es la sexta comunidad española con más enseñas propias, un modelo de negocio que se ha afianzado en los últimos años a pesar de la crisis. De hecho, en el 2010 solo había 25 cadenas de origen aragonés. Según datos facilitados por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), las 36 enseñas aragonesas contaban al cierre del 2016 con 1.816 establecimientos repartidos por toda España que daban empleo a 6.464 personas.

A pesar del fuerte incremento registrado en los ultimos años, las cadenas aragonesas redujeron el año pasado tanto sus plantillas como el número de tiendas. En concreto, se cerraron 67 establecimientos y se recortaron 76 puestos de trabajo. La facturación también cayó de forma tenue, pasando de los 599,9 millones en el 2015 a los 523,8 millones al cierre del 2016.

Los datos en el conjunto del país fueron algo mejores el año pasado: el número de franquicias españolas subió un 5,3%, el de tiendas un 7,1%, los empleos un 5,9% y la facturación un 1,9%. Actualmente hay 1.298 cadenas de origen español (364 más que en el 2010) que cuentan con 70.541 establecimientos (unos 10.000 más que hace seis años) y que emplean a 268.986 personas (unas 40.000 más).

«La crisis también golpeó al sector, pero algo menos que a otros», subraya el vicepresidente de la Asociación de Franquiciadores de Aragón (AFA), David Moreno, que apunta que su número de socios ha pasado de 10 a 17 en cinco años. Panishop, Enseñalia, Martín Martín, Imaginarium o Simply son solo algunos de ellos.

No hay más que darse una vuelta por Zaragoza para comprobar el peso que las franquicias han adquirido dentro del mapa comercial, aunque, según Moreno, al modelo aún le queda «recorrido»: «En España, su peso dentro del comercio minorista es del 13%, cuando en otros países europeos es del 40%».